"El cuerpo de las mujeres es campo de batalla en el pasado y en el presente", dijo Majo Gerez, referente del movimiento feminista de Rosario, al salir de su declaración en la causa Feced III, donde habló de los delitos sexuales en la última dictadura. En su testimonio, destacó la importancia del relato de las víctimas y sobrevivientes, que "antes eran inaudibles". Y agregó que "confirman que los abusos sexuales fueron una práctica reiterada y continua; que la violencia sexual cometida formó parte del plan represivo. Fue sistemático", aseguró sobre delitos que empiezan a juzgarse como autónomos.

"Soy parte de una generación que nació con el comienzo de la democracia. Milito en el movimiento feminista y miramos en esa clave las desigualdades de este mundo", dijo la militante, que también fue secretaria de Género de la CTA local. "Veo un punto de contacto entre lo que está ocurriendo con las denuncias de delitos que tienen como víctima a mujeres y las que se tratan en esta audiencia: por mucho tiempo fueron inaudibles los delitos sexuales que sufrieron las presas", dijo. Y agregó: "La doctrina de seguridad nacional fue ligada a la represión y a la iglesia católica. Hubo un prototipo de mujer sacralizada", aseguró.

Sobre las dos víctimas de violencia sexual que declararon en la causa, recordó que "ambas resaltaron los enormes esfuerzos que hicieron por olvidar el infierno y poder seguir con sus vidas, al mismo tiempo, que se sienten en la obligación de recordar para que haya justicia". Y recordó que Stella Hernández -quien declaró el año pasado como víctima de esos delitos- dijo que ser mujer en un centro clandestino de detención era "un plus" negativo.

La abogada de APDH Gabriela Durruty cree

que Gerez dio "una mirada técnica difícil

de obviar al momento de la condena".

Gerez agregó que "según el Informe Nacional sobre Desaparición de Personas, un 33 por ciento de los desaparecidos fueron mujeres". Y mencionó que "María Carolina Allievi (socióloga) lleva un registro y realizó una tesis con una investigación de 93 fallos judiciales desde 2006 a 2014 de delitos de lesa humanidad. En 68 hay testimonios de violencia sexual. Sin embargo, solo en 7 se lograron condenas por delitos sexuales, como autónomos de los tormentos". 

También, sumó: "Si la democracia nos presenta una vida llena de discriminaciones y violencias a mujeres e identidades feminizadas, durante el terrorismo de estado esto se vio potenciado". E hizo un puente al destacar que en la provincia se haya reparado a mujeres trans como víctimas de la violencia estatal por su identidad de género durante la dictadura.

Al mismo tiempo, citó a Ana Oberlin y otras autoras del artículo Violencia de género y abusos sexuales en centros clandestinos de detención. "Es difícil encontrar exposiciones más dramáticas de la desprotección y la vulnerabilidad de las personas que aquellas que genera la violencia que se ejerce brutalmente en sus cuerpos, en tanto representan su condición sexual, su identidad de género o su posibilidad de descendencia".

También mencionó que "según surge de los testimonios, se pueden identificar como prácticas habituales desplegadas por la patota Feced la desnudez forzada, los manoseos, los interrogatorios de índole sexual y la violación".

Para Gerez, "ser mujer en un centro clandestino de detención debía ser castigado". Y al salir habló de la "ceguera de género que hubo durante mucho tiempo en los juicios" de lesa humanidad. "Me gusta recalcar que no es casual que estos testimonios y declaraciones salgan con mayor nitidez en estos tiempos, porque las víctimas, las sobrevivientes, entendieron en el movimiento feminista la clave en la cual poder poner palabras a la violencia que vivieron", dijo. Y buscó aportar "mirada feminista en una justicia que no solo es patriarcal con los delitos de lesa humanidad", por lo que citó los fallos absolutorios en los casos de Lucía Pérez -en Mar del Plata- y Paula Perassi.

La abogada de APDH, Gabriela Durruty, consideró que la declaración de ayer tuvo una "importancia bisagra"; "una mirada técnica que será muy difícil de obviar al momento de la condena", aseguró.