Walter Benjamin explicó la significación de las ruinas -noción central en su obra- a través del cuadro “Angelus Novus” de Klee. En la pintura, el filósofo alemán veía reflejado el Ángel de la Historia que mira hacia atrás y ve en el pasado una catástrofe  que amontona ruina sobre ruina. El ser alado, describe Benjamin, hubiera querido detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado pero un huracán lo arrastraba hacia adelante, hacia el futuro que solemos llamar progreso.

Esto parece ser la premisa del programa conducido por Marlene Wayar y que por cinco capítulos dará cuenta de experiencias de vidas trans y travestis, entre otras comunidades. El propósito es también darle voz a las muertas para seguir elaborando una poderosa teoría trans y travesti sudamericana, que se eleve sobre las ruinas y fracasos del capitalismo y la heteronormatividad excluyentes. 

LXS OLVIDADXS DE LA HISTORIA

Como en el cuadro de Klee, en el ciclo televisivo las ruinas son los restos de la catástrofe que representan todo aquello que las sociedades rechazan en nombre de la civilización: pobres, “indios”, trans, travestis, putas, desaparecidos, lúmpenes, vagabundas, subversivas, revolucionarias, entre tantas y tantos olvidados de la historia. Pero también como en la propuesta benjaminiana en las ruinas hay también la posibilidad de la esperanza. Si aquello que se llama progreso acumula a sus espaldas cúmulos de ruinas y de muertos, hay también la posibilidad de reconstruir el mundo sobre los desperdicios y lo menospreciado, sobre los restos del banquete del burgués. Solo ese contexto hace posible resucitar a los muertos y redimir el pasado y el futuro. 

AQUÍ VIVIERON, AQUÍ MURIERON

No casualmente el programa se abre con imágenes de paisajes desolados, escombros de la ciudad de Buenos Aires, personas que circulan por calles panópticas hacia trabajos alienados, cables de luz aparentemente sin sentido, un tren que pasa sobre unas vías construidas encima de un villerio, la cámara que se tambalea como en un terremoto sobre diferentes parajes: todo parece a punto caramelo del desastre. A continuación, en la primera emisión, mientras la trans cordobesa Malu Skarniam toca la armónica, Nadia Jazmín del Rosario Zuñiga Sanchez, directora de Diversidad y Género de la Ciudad de Trelew, lee un bello texto de su autoría que evoca a las travestis ahora ausentes y en otros tiempos caminaron por las calles de Trelew: la Gupi, la Yesica, la Gloria, la Caramelito, la Antonella, la Gabi, la que le decían la Bomba y contaba con orgullo el hecho de ser la primera madre trans, aquellas que dejaron marcas y fragmentos de las huellas de sus tacos agujas sobre la arcilla, las tejían por las noches a pesar de las afrentas. Sus palabras recuerdan a las trans que vivieron y murieron aparentemente sin dejar huella. Como el Ángel de la historia de Benjamin, Nadia vuelve su rostro hacia el pasado para volver a verlas y las calles que lo saben todo le dicen además los nombres de las personas que las habían hostigado y exiliado, ubicado en el lugar de la otredad absoluta. 

Una espléndida Marlene vestida de camisa y corbata se presenta, y también a Nadia (que se presenta como parida por la ley 26.743) y a Malu como sobrevivientes porque “hemos superado el promedio de vida de las travestis”.  Con el deber de los sobrevivientes de evocar a los muertos, Marlene procede a nombrar entre tantas otrxs a Diana Sacayán, Lohana Berkins, Maite Amaya y a los 30.000 desaparecidos.  

RISA, SUDOR Y LÁGRIMAS

El segundo programa con la presencia de Lola Bajay, artista multifacética y Lorena Carpanchay, coplera trans de Calafate,  pone en el centro de la escena el eclecticismo del arte para hacer converger materiales, canciones, coplas para producir nuevas creaciones. Con el ambiente cálido e intimista que la activista suele darle a cualquier encuentro, sin victimización los testimonios fluyen entre las lágrimas, el humor y la risa -como alguna vez señaló Julio Cortázar probablemente se acabaron los tiempos de las revoluciones con cara de culo a lo Robespierre o Saint Just y hay que recuperar el poder subversivo de la risa que no es lo mismo que la “revolución de la alegría” frívola y neoliberal-, les novios y les amantes, las solidaridades, las resistencias y las seducciones frente a la policía y otras cuestiones que hacen la vida trans vivible y deseable a la vez que denuncian la discriminación con espíritu combativo y  con el aire festivo de las canciones de protesta. 

HACER COMUNIDAD

Sin dudas, el ciclo televisivo es un acontecimiento, no solo por la riqueza de las vivencias relatadas sino también por la calidad teórica y reflexiva de Marlene y sus invitades –en los siguientes capítulos desfilan nombres de la talla de Claudia Rodríguez,  Carolina  Unrein, Victoria Alegre, Gonzalo Miles, Marcela Pini, Josefina Gonzales y Carlas Morales Ríos que es la entrevistadora en el capítulo 5– y la toma de la palabra de voces que no suelen tener el privilegio de la palabra autorizada en la esfera pública cultural. Como señala la propia Marlene, siguiendo en parte a Didier Eribon  “Quizás nosotras las travestis seamos una de las vivencias con mayor soledad que puede haber. Cuando  una niñita afrodescendiente va a la escuela y por “negra” la maltratan, la boludean, hay acoso escolar vuelve a una casa donde esa familia afrodescendiente, una abuela, la mamá, los hermanos la abrazan  en la negritud. Pasa lo mismo con la comunidad judía, es abrazada dese su judaísmo en la casa cuando a pesar del maltrato exterior.  Cuando una trava, una marica, una torta,  una marica, una lesbiana, una torta es insultada en el afuera lo que se impone es la soledad y la sensación del que volvemos a una casa, a un campo que continua siendo enemigo porque es heterosexual y no nos comprende”. De ahí la necesidad de crear una comunidad furiosa de afectividades trans y travestis que aúnen luchas de los desclasados para emprender la utopía contraria: la revolución de los arruinados y los fracasados. “Otra vez sobre las ruinas, sobre las ruinas nos juntamos… De las ruinas encontramos material para ir por la esperanza”, proclama Marlene. Y hay en los diferentes programas una propuesta pedagógica de construir conocimiento y de reescribir la historia. Quizás con la convicción política también benjaminiana de que de no reescribirse esta historia a contrapelo y a través de la memoria de las luchas de los que aparentemente perdieron, ni siquiera los muertos están a salvo del enemigo.

“Ruinas” se emite en la UNITV, el canal web de la Universidad Nacional General Sarmiento, www.uni-tv.com.ar, los viernes cada quince días, a las 22.