El presidente de China, Xi Jinping, pidió ayer a su pueblo que se prepare porque aseguró que se vienen tiempos difíciles. “Tenemos que superar importantes riesgos y desafíos”, clamó el mandatario en alusión a la nueva escalada del conflicto comercial entre Estados Unidos y su país luego de que Washington prohibiera a las compañías estadounidenses hacer negocios con empresas sospechadas de espiar a su país. Una vez que el presidente Donald Trump tomó esa decisión por decreto, Google cortó relaciones con el gigante chino Huawei, y varios países detuvieron la comercialización y pre-venta de estos equipos.
“Nuestro país está aún en un periodo de importantes oportunidades estratégicas para el desarrollo pero la situación internacional es cada vez más complicada”, afirmó el jefe de Estado chino en una visita a la provincia de Jiangxi, en el sur del país. Durante la jornada, Xi subrayó que la nación debe ser consciente del complejo escenario con varios factores desfavorables tanto a nivel interno como externo.
Huawei, por su parte, también cargó contra Estados Unidos. Al mismo tiempo que lanzaban una nueva línea de teléfonos inteligentes anteayer, un representante de la empresa denunció el acoso que sufre Huawei por parte de Washington. “Huawei respetó todas las leyes y regulaciones aplicables. Ahora Huawei se convirtió en la víctima del acoso de la Administración de Estados Unidos”, declaró en un acto celebrado en Bruselas, Abraham Liu, representante de la compañía ante las instituciones de la Unión Europea (UE). Para Liu, no se trata sólo de un ataque contra Huawei. “Es un ataque contra el orden liberal basado en normas. Esto es peligroso. Ahora le está pasando a Huawei. Mañana puede pasarle a cualquier otra empresa internacional. ¿Podemos cerrar los ojos ante semejante comportamiento?”, preguntó el representante de la tecnológica. También señaló que las redes 5G de Huawei fueron desarrolladas junto a socios europeos y a medida de las necesidades del viejo continente. “Huawei ha estado operando en Europa durante casi veinte años. Tenemos ahora 12.200 empleados en Europa, el 70 por ciento contratados localmente”, afirmó Liu.
Ayer mismo también tomó estado público que -como alertó Liu- Huawei no es la única empresa china afectada por la decisión estadounidense. El matutino The New York Times informó que la Casa Blanca evalúa prohibirle a la empresa china de cámaras de vigilancia, Hikvision, la compra de tecnología fabricada en Estados Unidos. El gobierno asiático cuestionó de inmediato la “difamación” de la administración norteamericana contra las empresas del gigante asiático. Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, volvió a insistir para que Washington proporcione un entorno justo y no discriminatorio para sus empresas.
Al igual que sucedió la semana pasada con la tecnológica Huawei, la compañía sería incluida en la “lista negra” del Departamento de Comercio, lo que implica que los proveedores de Hikvisión necesitarían una licencia especial, expedida por el gobierno, para comerciar con la empresa china. Hikvision es una de las fabricantes de equipos de video vigilancia más grandes del mundo y es central en la ambición china de convertirse en el principal exportador global de sistemas de vigilancia, según destacó The New York Times.
Tras la medida anunciada por Trump, varias empresas tecnológicas importantes indicaron que dejarán de vender componentes y software a Huawei. La primera en dar este paso fue Google y ayer se sumaron algunas compañías japonesas y del Reino Unidos, entre otras.
Dos de las tres firmas de telefonía móvil más importantes de Japón, Softbank y KDDI, anunciaron ayer que aplazaban el lanzamiento de un nuevo modelo de la firma china Huawei, el P30 Lite. KDDI igualmente puso en suspenso la venta del mismo modelo de Huawei. El P30 Lite tiene una pantalla de 6,15 pulgadas y cuenta con una triple cámara. Estaba anunciado con el sistema operativo Android 9.0, de Google. A estas dos empresas japonesas se sumó, horas después, el proveedor telefónico NTT Docomo que informó que interrumpió el pedido del nuevo modelo de Huawei.
La multinacional de diseños de chips ARM, con sede en el Reino Unido, también dio instrucciones a sus empleados para que se suspendan los negocios con la tecnológica china. Según señaló la cadena inglesa BBC, la compañía de chips afirmó que sus diseños cuentan con tecnología de origen estadounidense, de modo que consideraron obligatorio adecuarse al decreto de Trump.
De fondo de la puja entre Estados Unidos y China en materia de tecnología está la decisión de Washington de impedir que las compañías como Huawei controlen las redes 5G. Una tecnología que permite navegar por Internet con mucha más velocidad y que podría facilitar el desarrollo de vehículos autónomos y técnicas para hacer cirugía por control remoto.
En esta línea, el gobierno estadounidense presionó incluso a la Unión Europea para que imponga restricciones sobre Huawei que se encuentra a la cabeza del desarrollo de la tecnología 5G. Estados Unidos teme además que China utilice las redes 5G para espionaje, unas acusaciones que desde el país asiático rechazaron categóricamente.