El inicio del encuentro fue a puro vértigo. River aplicó la presión coordinada en la salida para recuperar la pelota en campo contrario, Atlético Paranaense hizo bien el ancho de la cancha y con sus laterales y carrileros generó preocupación -Palacios y De la Cruz se cerraron en exceso-, sobre todo cuando Luis González (tuvo la primera chance del encuentro con un remate que tapó Armani) filtró buenos pases. El flanco izquierdo, con Renán Lodi y Rony, fue el más incómodo para la visita, cuando Mayada padeció el 2-1.
Al visitante le costó el control de pelota en un campo de juego súper veloz por el césped sintético. En consecuencia, al ida y vuelta le faltó precisión. La fórmula que preocupaba a Gallardo, la que hizo sufrir a Boca en la Copa Libertadores, le abrió la puerta del gol al dueño de casa. A los 26 minutos, Renán Lodi se proyectó con agresividad, encontró a Rony que envió el buscapié y Marco Ruben, un ex River, marcó el 1-0.
A los 30 minutos, en otra corrida de Lodi que no llegó a conectar Ruben, Paranaense casi corona la ráfaga con otro tanto. A partir de allí, River le bajó un cambio al partido, y buscó cubrir el ancho del campo bajando unos metros a Matías Suárez. El conjunto de Núñez arrimó peligro con un par de pelotas paradas, pero continuó demostrando que no logró hacer pie en el primer tiempo.
En la segunda parte, River siguió soportando el partido, una postura extraña para un equipo acostumbrado a someter a sus adversarios. Pudo empatar a los dos minutos, con un remate de Palacios que se desvió. El visitante siguió sin tomarle la mano al pasaje de los laterales de Atlético: Gallardo decidió el ingreso de Angileri por Mayada y pasó a Casco de carril, pero el problema continuó siendo el retroceso de De la Cruz, que siempre llegó tarde al avance de Lodi.
Armani debió intervenir dos veces (una ante Lodi, otra ante Bruno Guimaraes) y Nikao remató dos veces por encima del travesaño. El técnico continuó apelando al pizarrón: Zuculini entró por Palacios para ofrecer más batalla en el mediocampo, y Borré tomó el lugar de Matías Suárez.
La expulsión de Casco le agregó más incertidumbre al final, pero el resultados no se modificó.