Siete policías de la Policía Bonaerense quedaron detenidos por la persecución y muerte de los cuatro jóvenes de San Miguel del Monte, según confirmó la Procuración General de Buenos Aires, mientras que otros dos efectivos eran buscados con orden de detención. Los primeros detenidos fueron el capitán Rubén Alberto García y el oficial de policía Leonardo Daniel Ecilape, quienes protagonizaron la persecución del Fiat 147 en el que viajaban las víctimas. Además, el procurador Julio Conte Grand confirmó que la bala que se extrajo del glúteo de una de las víctimas mortales era calibre 9 milímetros, el mismo que utilizan los efectivos. “Un poquito de tranquilidad saber que se está haciendo justicia”, dijo Yanina Zarzoso, mamá de Camila López, una de las cuatro víctimas del accionar de la Bonaerense.
“Agradecida con la familia de Monte. Esto es un logro de Monte”, reconoció Gladys, la mamá de Danilo Sansone, otra de las víctimas de la persecución policial, tras conocer la noticia de las detenciones de García y Ecilape. Los otros policías detenidos fueron el oficial subinspector José Alfredo Domínguez, el oficial subayudante Mariano Ibáñez y el oficial de policía Manuel Monreal. Mientras que los dos acusados que esta tarde siguen siendo buscados son el oficial subayudante Cristian Righero y el oficial de policía Juan Gutiérrez. A esto se sumaron poco después otros dos uniformados.
Más temprano, el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, había reconocido las fallas en el procedimiento policial y adelantó que 12 agentes serían separados, lo que adelantó las posibles detenciones. "A partir de lo que venimos hablando con el fiscal general Conte Grand, a partir de los testimonios de los vecinos y de lo hablado con la intendenta, tenemos que pensar que hubo tiros, que el procedimiento que hizo la Policía estuvo muy mal hecho", había reconocido Ritondo poco antes de que desde la Procuración General bonaerense se confirmaran las primeras dos detenciones. Mientras que ya estaba la orden del Ministerio de Seguridad para separar a un total de 12 policías, entre ellos, el superintendente de Seguridad Regional Capital y la cúpula de la Jefatura Departamental de San Vicente.
Por la mañana, el fiscal general de La Plata, Héctor Bogliolo, confirmó que hubo un uso abusivo de las armas por parte de la fuerza de seguridad y que el auto en el que viajaban los jóvenes sería peritados por la Gendarmería, a cargo de la investigación en reemplazo de la Policía Bonaerense. “Nosotros partimos de la base de que las víctimas son inocentes, los chicos no habían hecho nada y el móvil los perseguía”, añadió Bogliolo. Los policías "dispararon contra el vehículo" en el que viajaban los cuatro adolescentes y un joven de 22 años, señaló el funcionario judicial.
Bogliolo consideró, en diálogo con La Red, que el hecho "excede el ámbito del homicidio culposo (como inicialmente se caratuló la causa)” y adelantó que "hay muchísimas filmaciones en poder del fiscal y elementos suficientes como para poder reconstruir las circunstancias que rodearon a este hecho tan trágico". Según explicó, las filmaciones sobre lo que ocurrió dentro del vehículo muestran que los chicos “estaban muy contentos, estaban cantando y demás”. “Evidentemente la policía dice que no respondieron a la voz de alto. Si eso hubiese ocurrido, los chicos no creo que hayan escuchado ninguna voz de alto", agregó
Esta mañana, en San Miguel del Monte, se realizaron los velatorios de tres de los cuatro jóvenes fallecidos. Luego de las 14, las familias de las víctimas, acompañadas por distintos sectores de la comunidad local, realizaron una marcha en reclamo de justicia desde el lugar del choque hasta la comisaría local. La cuarta adolescente, en tanto, continúa internada en el hospital El Cruce, de Florencia Varela, y pelea por su vida.