Salió en papel a finales del año pasado editado por Milena Caserola, se llama Les rares, y busca ofrecer un paneo sobre casi una década de actividad periodística del blog LGBT del diario La Nación, “Boquitas pintadas”. Sus autores, Verónica Dema y Alejandro Viedma, reunieron para este libro una serie de historias y circunstancias de vida de gays, lesbianas y trans, todas contadas en primera persona, algunas en forma de relatos y otras como entrevistas. Dentro de este recorte figuran una serie de nombres representativos como son los de Diana Sacayan, Karen Bennet, Alejandro Iglesias (ex participante de Gran Hermano) o Lohana Berkins, quien, en 2011, el año previo a la sanción de la Ley de identidad de género y cinco antes de morir, expresó, chistosamente y no, sus máximas aspiraciones políticas: “Yo quiero ser Presidenta de la Nación -dijo la reina de las mariposas-. ¡Mi autoestima ha crecido tanto! No sólo sería lograr la presidencia sino que cuando se me tenga que imputar algo, se me evalúe por mi capacidad de gestión y no por mi condición travesti. Esos cimientos en esta sociedad todavía están muy arraigados. Hemos avanzado mucho, pero no lo suficiente”. Esta galería de “rares” seleccionades, incluye a personas que por haber transitado épocas de sufrimiento o sido el blanco del bullying y la discriminación, también hicieron su aporte testimonial a las entradas del blog entre los años 2010 y 2018. Es el caso de Juane, un chico gay que antes de decidir terminar con su vida, pedía a sus amigas que lo golpearan si lo veían en actitudes “afeminadas”, o de Gabriel Gersbach, quien fuera pareja de Octavio Romero, el suboficial que apareció muerto en el Río de la Plata después de dar noticia en la Prefectura sobre su casamiento. Si bien a esta altura, la conciencia de una variedad de realidades raciales y socioeconómicas, desmitifica la idea de una única comunidad LGBT, “Les rares”, de algún modo se propone englobar distintas problemáticas de sexo y género en un mismo relato, construido, sobre todo, a partir de los testimonios recogidos durante los tiempos inmediatamente posteriores a la Ley de Matrimonio Igualitario. Es a un público amplio al que se dirige este libro que optó por incluir en sus últimas páginas una glosa que traduce términos como cis/cisgenero, hegemonía, intersexualidad, queer, uso de la x, poliamor, etc. El alma mater de este proyecto es la periodista Verónica Dema, quien pasó a ser, en el momento de apertura del blog, una “rare” dentro del staff de La Nación. Cuenta Dema en la introducción: “Era algo osado, al menos así lo viví yo, atreverse con estos temas y en un medio masivo como La Nación. “¿Vos sos…” , recuerdo que me preguntó a medias, sin poder poner todas las palabras, un colega de la redacción. “¿Hablar de gays en este diario?”, lanzó otro. También estaban los que bromeaban: “Cuidado que ahora está Vero, que defiende a los gays”. La mayoría sólo me sonreía a distancia”. Y agrega, para referirse al ejército de trolls antiderechos que trabaja, probablemente gratis, para la causa de la destrucción: “Un capítulo aparte fueron la calidad de los comentarios en el blog, que demostraban prejuicios e ignorancia extremos. Incluso recibí varias amenazas: que me dejara de molestar, que no pervirtiera mentes con mis artículos, que sabían donde trabajaba, etc.”. Pese a todo, y como una flor de loto aportando belleza en la ciénaga menos esperada, “Boquitas pintadas”, de su mano y de la del psicólogo Alejandro Viedma, acompañó las novedades y las personalidades que iban marcando la agenda política y artística de la diversidad durante aquellos años.