John Walker Lindh, un californiano conocido como “el talibán estadounidense”, y capturado en 2001 en Afganistán por prestar ayuda a los talibanes, fue puesto en libertad ayer. Su liberación llegó luego de estar 17 años en la prisión federal en Terre Haute, en el Estado de Indiana. El acuerdo de culpabilidad imponía una sentencia de 20 años, pero logró salir tres años antes por buena conducta. Además de estar apuntando por ofrecer ayuda a los talibanes, Lindh fue acusado de conspiración para matar al ex jefe de la CIA, Johnny Spann, quien lo había interrogado. Spann fue asesinado en 2002 en Afganistán por un motín de prisioneros.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, repudió la decisión judicial argumentando que es riesgosa porque aseguró que sigue vinculado al extremismo.
A diferencia de ciudadanos de otros países que fueron capturados por las tropas norteamericanas en Afganistán y Pakistán, el entonces joven Lindh, 20 años, fue juzgado por un tribunal federal en Estados Unidos y no terminó en el campo de detención de Guantánamo. . Una jueza puso restricciones adicionales a la supervisión de la libertad de Lindh, en medio de preocupaciones de que el talibán aún conserve ideología radical.También tiene prohibido tener y ver “material extremista”.