“Queremos que los policías estén presos”, exigió Yanina Zarzoso, mamá de Camila López, una de las cuatro víctimas que perdieron su vida al chocar contra el acoplado de un camión en San Miguel del Monte, mientras eran perseguidos y baleados por la policía. “La verdad que estoy pasando por un horror. Siento que estoy viviendo una película. Este es un pueblo chico donde no estamos acostumbrados a vivir situaciones de esta gravedad. Yo escucho palabras como persecución, tiros, muerte y todavía no puedo comprender cómo mi hija estaba en ese momento”, lamentó la mujer sin poder contener las lágrimas.
Zarzoso reconstruyó con dolor los últimos pasos de su hija. “Ella me había pedido que su amiga Rocío, que es la que está luchando por su vida (internada en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela), se quede en mi casa”, relató la mujer, que había salido de trabajar a las 21. “Tipo 10 y pico Camila se levanta de la cama porque me dice ‘Llegó Rocío’. Escucho que sale, escucho que entran a las carcajadas. Se quedan en la cocina de mi casa, las sigo escuchando. Las escucho todo el tiempo porque mi casa es muy chiquita y escucho cómo hablan, cómo se ríen”, recordó.
“Me dormí, chicos, me dormí. Estaba cansada y estaba tranquila porque mi hija estaba en mi casa. No te puedo decir en qué momento salió pero lo que sí te puedo decir es que no tenía pensado irse porque Camila generalmente me pide permiso para irse. No sé qué travesura de chicos hicieron”, lamentó entre lágrimas. También contó que le queda la tristeza de pensar que su hija, al momento del accidente, la “llamaría, gritaría ‘mamá’, pensaría ‘¿Por qué me fui?’ y todas las cosas que los padres les decimos a los hijos para que se cuiden. Siento que se le cruzaron esas cosas en la cabeza. Siento su desesperación. Era una nena”.
“Lo que quiero es justicia. Con el correr de las horas empiezo a tratar de ponerme fuerte para entender”, aseguró Zarzoso, al tiempo que pidió la solidaridad de sus vecinos.