@ El juez de la Cámara Federal de Casación Penal, Juan Carlos Gemignani, renunció a la presidencia del tribunal acorralado por escándalos y denuncias de violencia de género. La dimisión fue aceptada por unanimidad por un plenario de diez camaristas que se reunieron de urgencia. El disparador fue el descargo de Gemignani en el Consejo de la Magistratura en el que sugirió que actuó “bajo error” cuando le ordenó a dos policías detener a una secretaria por desobedecer una orden. Tanto el juez en su renuncia como sus colegas al aceptarla omitieron referirse a las causas. La presidencia del tribunal la ocupará Carlos Mahiques, el ex ministro de Justicia de María Eugenia Vidal que la Rosada designó a dedo en Casación y que en abril salvaron a Gemignani de ser removido al desempatar con su voto un plenario dividido.
El plenario para “tratar la continuidad en el cargo del presidente del cuerpo” fue convocado el jueves por siete jueces (Javier Carbajo, Ángela Ledesma, Ana María Figueroa, Alejandro Slokar, Guillermo Yacobucci, Gustavo Hornos y Mariano Borinsky), que ya eran mayoría en un tribunal de trece. Un día antes, en una reunión autoconvocada, varios coincidieron en que la situación de Gemignani era insostenible porque sus argumentos mostraban desconocimiento del derecho y de las causas que justifican un arresto.
La reunión de ayer arrancó con los convocantes más Liliana Catucci y Diego Barroetaveña, a quienes luego se sumó Mahiques. Los únicos ausentes, además de Gemignani (en su despacho a 50 metros), eran Eduardo Riggi y Daniel Petrone. Mahiques propuso esperar a los dos ausentes hasta la próxima semana pero el plenario se opuso. La resolución se difundió y sólo dice que “por unanimidad, aceptó la renuncia”.
El escándalo con la prosecretaria María Amelia Expucci fue el 28 de julio de 2016. Gemignani ordenó detenerla por negarse a inventariar, en plena feria judicial, material tecnológico que había enviado el Ministerio de Planificación en la gestión de Julio De Vido. Ella sostenía que no era tarea para la feria y que debía consultar a su jefe directo Eduardo Riggi. Gemignani decía que el material era una dádiva con la que apuntaba a su colega Figueroa, por lo que ordenó el arresto de la empleada y la dejó incomunicada en Comodoro Py. En su descargo ante el Consejo dijo que estaba “convencido de encontrarme frente a un ilícito de extrema gravedad”, admitió que actuó “bajo error que elimina interpretar intencionalidad antijurídica” en su conducta, y se aferró que a la Cámara Federal lo había sobreseído avalando esa explicación antes de que el juez Rodolfo Canicoba Corral lo citara a indagatoria.
En 2016 volvió a ser noticia cuando recusó a la fiscal Paloma Ochoa por participar de la marcha del “Ni una menos”. Ochoa lo había acusado de por la privación ilegal de la libertad de Expucci y había pedido su indagatoria, que no llegó a concretarse por el salvataje de la Cámara Federal. En marzo último fue denunciado por abuso de autoridad luego de echar a los gritos a su colega Catucci de una reunión de acuerdos, acusándola de actuar en connivencia con la policía y enojado por su negativa a designar a una funcionaria.