La canciller Susana Malcorra avaló públicamente los cambios en política migratoria impulsados por el gobierno nacional. "Los cambios en los requisitos apuntan a ciudadanos de algunos países que se han aprovechado de nuestra enorme apertura en migración", señaló en un panel realizado en la embajada de España.
"Yo defiendo la inmigración y soy descendiente de inmigrantes", advirtió la funcionaria. El hecho de que se permita una amplia inmigración “no quiere decir que cualquiera pueda entrar, tratando de aprovecharse de nuestra buena voluntad y termine siendo parte de delitos", detalló.
En enero, el gobierno de Mauricio Macri dio a conocer un decreto que acorta los tiempos de expulsión para los inmigrantes con antecedentes penales. La medida despertó las críticas de Bolivia -uno de los países con más inmigrantes en la Argentina--, cuyas autoridades alertaron por un posible brote de xenofobia. Macri terminó invitando al presidente boliviano, Evo Morales, a la Argentina.
El discurso oficial sostiene que hay vínculos entre extranjeros y narcotráfico, por la incidencia de inmigrantes en esos delitos. La canciller defendió esa perspectiva.