El operativo Contrafuego, que terminó con el secuestro de una veintena de armas y detenidos a principios de mes, sacó chispas entre el gobierno nacional y provincial, en medio de la campaña electoral. La ministra de  Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, visitó la ciudad el 2 de mayo y anunció con bombos y platillos que los detenidos por la Policía Federal eran los responsables de las balaceras contra el Poder Judicial de Rosario. Sin embargo, tras la pericia a las armas, Fiscalía no encontró relación con esos hechos. En consecuencia, solo quedaron involucrados por tenencia y recuperarán la libertad. El gobernador Miguel Lifschitz criticó aquel anuncio "rimbombante" y pidió "prudencia y responsabilidad". Bullrich les tiró la bronca: "Desde el primer día quisieron voltear el operativo", dijo. El ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro le retrucó que "no hay que hacer show con la seguridad" y la acusó de haber venido "a politizar una situación".

El fiscal Matías Edery estuvo al frente de la investigación e indicó que el cotejo de las vainas levantadas en los edificios atacados arrojó que las balas no fueron disparadas por las 24 armas secuestradas en los 35 allanamientos. Los cruces se dieron luego de que el diario La Capital publicara que el megaoperativo del 2 de mayo se quedaba sin detenidos. El procedimiento formó parte de una de las etapas de la causa que desde el año pasado tiene a varias personas imputadas, incluido Ariel "Guille" Cantero, como instigador de los primeros sucesos, pero que sigue abierta en la búsqueda de otros responsables.

El gobernador fue el primero que hacer críticas a la celebración de Bullrich. En LT8, recomendó "prudencia y responsabilidad" antes de hacer ese tipo de anuncios, que "luego se diluyen por falta de pruebas", al referirse a lo que afirmó la ministra hace tres semanas, en el Parque Urquiza. "En materia de seguridad hay que trabajar con prudencia, con responsabilidad, todos los anuncios rimbombantes terminan siendo negativos, o diluyéndose por falta de elementos, como en este caso", afirmó. Y fue más allá: "No quiero pensar que hubo alguna intención electoral. Simplemente digo que el tema de la seguridad y el combate a las organizaciones delictivas es muy sensible y hay que manejarse con mucha prudencia, y de manera silenciosa hasta que estén los resultados definitivos".

La ministra no tardó en atender el teléfono. "Lamentablemente, este operativo cayó con un gobierno en el que todos son candidatos", dijo; y acusó a la provincia: "El gobierno provincial se puso nervioso, empezó a decir cualquier cosa. Y la verdad es que en vez de ayudar a combatir el delito se puso a querer tirar abajo el operativo que había hecho la Policía Federal con un fiscal de la provincia. Pregunten al fiscal Edery por qué llamó a la Federal y no a la de Santa Fe", lanzó. Y fue contra Pullaro: "La fiscalía no tumba la investigación. El que comienza a jorobar desde el primer día es el ministro, que empezó a meter palos en la rueda, diciendo que si Cantero tenía o no teléfonos celulares. A Cantero lo estábamos escuchando y si se generaba un problema íbamos a intervenir para evitar que hiciera cualquier operación desde la cárcel". Y siguió: "Quisieron voltear la operación porque no estuvieron ellos, porque Pullaro no llegó a la conferencia de prensa, porque no participó la policía de Santa Fe. No voy a permitir que se tire por la borda toda la investigación porque están haciendo campaña". Y en otra emisora, advirtió que el gobierno santafesino "no se merece que lo ayudemos".

Pullaro se quejó de la funcionaria nacional: "Ataca a la provincia cuando no tuvo nada que ver con la resolución judicial", se escudó. "No nos parecen bien las apreciaciones cuando siempre colaboramos y trabajamos juntos porque entendemos que la seguridad pública es una de las principales prioridades que tiene la gente", agregó.

Investigación. Edery habló después del mediodía, en medio de la puja política. "Dividimos las balaceras en dos secuencias: las que ocurrieron entre mayo y agosto; y las de diciembre. La primera tuvo 14 imputaciones en octubre. Algunas de esas personas están detenidas con autores materiales, intelectuales y organizadores. Esa secuencia estaba esclarecida, cuando en diciembre se repiten. Se verificó que faltaba una persona que estaba prófuga y se decidió pedir colaboración de la Policía Federal por esta persona, Olivera; y para el secuestro de armas. El buscado fue detenido en febrero y al investigarlo se llega a domicilios que fueron allanados (el 2 de mayo) y al secuestro de armas. No podemos vincularlas con las que se usaron en los hechos, ni a las personas detenidas", aclaró en Trascendental. Frente a ello, los detenidos quedarán acusados solo por tenencia de armas y al no tener antecedentes ni otras causas en trámite, se deberá resolver el pedido de libertad la semana próxima.