Las internas al interior del gabinete de Jair Bolsonaro no paran. Ayer, el ministro de Economía, Paulo Guedes, amenazó con renunciar al cargo en caso de que no se apruebe una reforma jubilatoria profunda como la que envió el gobierno al Congreso. Poco después, el presidente respondió sin vueltas: “Nadie está obligado a quedarse en el gobierno”.
Guedes habló de su posible renuncia en una extensa entrevista que publicó la revista Veja en su sitio web. Ahí, determinante, el ministro de Economía alertó que sin la reforma jubilatoria Brasil va camino al incendio. “Habrá caos en el sector público, tanto en el gobierno federal como en los estados y municipios”.
La reforma jubilatoria, que supone el ingreso a un sistema de capitalización privada con el modelo de AFJP como el que hubo en Argentina, es uno de los principales objetivos de Guedes. Sin embargo el ministro ve cómo la iniciativa presentada por su espacio político avanza a paso lento en el Congreso, donde necesita de dos tercios de aprobación por tratarse de una enmienda constitucional.
“Me tomo un avión y voy a vivir afuera del país, ya tengo edad para jubilarme”, dijo Guedes ante la pregunta del profesional sobre la posibilidad de que la propuesta se transforme en una “reformita deshidratada” por ambas cámaras del Congreso. Sin embargo, después de tanto ruido, Guedes minimizó su amenaza de renuncia al afirmar que no es irresponsable y que no dejar al gobierno “al día siguiente”. “No soy irresponsable, no me iré al día siguiente si no se aprueba la reforma, pero puedo decir que hice lo que había que hacer y si no se aprueba para no provocar problemas no es posible permanecer en el cargo”, dijo el ministro que tuvo carta blanca de Bolsonaro para edificar un programa económico ultraliberal. Guedes es uno de los hombres de mayor confianza del presidente Bolsonaro y un profesional formado en la Universidad de Chicago con una doctrina ultraliberal.
El mandatario de Brasil, por su parte, no tardó en responder, invitándolo a abandonar su puesto. “Está en todo su derecho y no está obligado de ninguna manera a continuar en el gobierno”, dijo Bolsonaro a la prensa mientras salía de un encuentro en Recife con gobernadores del Nordeste y Minas Gerais. “Lógicamente él está viendo una catástrofe. Y es verdad. Estoy de acuerdo con él. Si no aprobamos una reforma realmente muy cercana a la que nosotros enviamos al Parlamento esto si se convertiría en una catástrofe”, declaró. El presidente afirmó además que Guedes “no es ningún vidente” y que nadie necesita serlo para entender que “Brasil va a vivir un caos económico sin la aprobación de esa reforma”.
El proyecto, tal y como fue presentado al Congreso, propone una edad mínima jubilatoria de 62 años para las mujeres y 65 para los hombres. La propuesta determina además que los brasileños que quieran jubilarse con una pensión completa deberán contribuir durante 40 años con el sistema (según la norma actuales, las mujeres pueden jubilarse con 30 años de cotización y los hombres con 35) y aumenta de 15 a 20 años el tiempo de contribución para recibir el beneficio mínimo.
La iniciativa del gobierno se encuentra en una comisión especial en la Cámara de Diputados, donde encuentra resistencias que motivaron a sectores del bolsonarismo más radical a convocar a una manifestación en apoyo del mandatario para este domingo.