El fiscal de Cañuelas Lisandro Damonte les tomó declaración indagatoria a los ocho policías detenidos por la muerte de los cuatro jóvenes durante la persecución ocurrida el lunes en San Miguel del Monte. Anoche se dijo que el trámite judicial se extendería hasta la madrugada de hoy. La jueza Marcela Garmendia, de La Plata, le imputó al capitán Rubén Alberto García, a los oficiales Leonardo Daniel Ecilape y Manuel Monreal y al subayudante Mariano Ibáñez el delito de “homicidio doblemente agravado por abuso de su función como miembro de fuerzas policiales y por el empleo de armas de fuego”.
A los cuatro les imputó la responsabilidad en los homicidios de Camila López (13), Danilo Sansone (13), Carlos Aníbal Suárez (22) y Gonzalo Domínguez (14), quienes murieron cuando el Fiat Spazio en el que viajaban chocó contra un camión mientras eran perseguidos y atacados a balazos por los policías. A los cuatro los comprende también la acusación por el “homicidio doblemente agravado en grado de tentativa” en perjuicio de Rocío Guagliarello, de 13 años, quien sigue internada en grave estado.
Por otra parte, Garmendia imputó al oficial subinspector José Alfredo Domínguez y a los oficiales Cristian Righero y Juan Gutiérrez por los delitos de encubrimiento agravado y falsedad ideológica de instrumento público. A ellos se sumó la imputación por presunto encubrimiento de la oficial Melina Blanco, quien en un video tomado por las cámaras de seguridad aparece como si estuviera tratando de eliminar pruebas en el lugar del hecho. La oficial, de 25 años, se presentó ante el fiscal Damonte para declarar porque había participado del procedimiento, pero no figuraba porque sus superiores le dijeron que “era nueva” y al parecer quisieron preservarla.