La decisión de Cristina fue un verdadero bombazo que sorprendió a propios y extraños. Pero, siempre hay un pero, la política es el arte de transformar la realidad y de tal afirmación no debe quedar duda alguna. Vale la pena no perder de vista que como componente del arte de hacer política algunas cuestiones como ser el uso de la sorpresa, son fundamentales a la hora de lograr el objetivo deseado. Por lo que puede desprenderse de esta primera encuesta, realizada pocos días después del anuncio, el escenario electoral ya no es el mismo. Los cambios comenzaron a aparecer, despejando dudas e interrogantes originados tras el anuncio.
Para comenzar, el interrogante con respecto al efecto que produciría el corrimiento de Cristina y la consecuente aceptación del nuevo candidato,puede decirse que superó la primera prueba de fuego: Alberto Fernández no solo sostiene al porcentual de votantes logrado hasta el momento por la ex presidenta, asimismo comienza a confirmar que posee la capacidad de crecer electoralmente. Otro dato que reafirma su crecimiento, se encuentra en el índice de popularidad que ha logrado redondear en tan pocos días. Una imagen que lo ubica entre los dirigentes con mayor ponderación positiva de nuestro país. Y esa tampoco es una cuestión menor.
La decisión de Cristina sacudió el tablero electoral y no solo el propio,sino también el ajeno, impactando y al mismo tiempo poniendo en jaque tácticas y estrategias de sus principales antagonistas. En el bunker de Cambiemos la interna está al rojo vivo: los más díscolos insisten con la presión por el plan que impulsa la candidatura presidencial de María Eugenia Vidal; los radicales se preparan para su convención con ideas de ampliar el frente Cambiemos incorporando a dirigentes peronistas alejados del kirchnerismo; los más cercanos tratan de reponerse del impacto inicial y lograr que Macri recobre la centralidad política perdida. La verdad es que el conflicto que debe afrontar y superar Cambiemos va más allá de un candidato: el verdadero problema descansa en el modelo económico. Así de simple y contundente.
En Alternativa Federal las cosas no están mejor. Los gobernadores peronistas y panperonistas, incluyendo a algunos que alguna vez supieron apoyar este espacio político, rápidamente enviaron su apoyo al flamante precandidato presidencial. Roberto Lavagna ya no está en el espacio y Sergio Massa debe enfrentar una disyuntiva de hierro: bregar por la unidad del peronismo y construir junto con Alberto una opción peronista unificada para enfrentar al oficialismo o seguir dividiendo al espacio opositor. A la luz de los resultados de este último trabajo de campo, entre aquellos que se definen como opositores, sigue creciendo la idea de la necesidad de unidad y de la importancia que tiene Sergio Massa en la construcción de un nuevo frente peronista.
La decisión de Cristina fue elegir a Alberto. Ahora son tiempos de Alberto, que por lo visto se puso al hombro el desafío de convencer a los argentinos que otro país es posible.