Desde París
El Consejo Constitucional francés sacó uno de los últimos candados que habían demorado hasta ahora la extradición del represor argentino Mario Sandoval, alias Churrasco, descubierto por PáginaI12 en los años en que vivía disfrazado en París de inocente consejero en temas de defensa y seguridad. Muchas, muchas son las irregularidades que han corrido bajo las aguas de este caso, empezando por la extraña pasividad de personas de altos cargos en Francia que le abrieron las puertas a Sandoval a pesar de las reiteradas advertencias de quienes encontraban que el personaje no encajaba con lo que decía. Ahora, la justicia de las normas actuó y Mario Sandoval será extraditado. Reunido en Nantes la semana pasado para aceptar o rechazar el último pedido de los abogados de Sandoval, el Consejo Constitucional francés dictó este martes 23 que existía “conformidad con la Constitución” de las disposiciones del Artículo 7 del Código de Procedimiento Penal. Esto derribó el muro transitorio que Sandoval y sus defensores habían interpuesto ante la extradición a la Argentina. El ex policía argentino había introducido una interrogación sobre constitucionalidad (QCP) que fue rechazada por los sabios del Consejo.
La Argentina llevaba siete años reclamando la extradición de este personaje para ser juzgado por delitos de lesa humanidad. La extradición ya había sido firmada en octubre de 2018 por el actual primer ministro francés Edouard Philippe y la ministra de Justicia, Nicole Belloubet. Sin embargo, Sandoval se apoyó en todos los recursos existentes para aplazar su extradición a la Argentina. El juez de instrucción de la Megacausa ESMA, Sergio Torres, pidió la extradición en 2102 para que sea juzgado en la Argentina por delitos de lesa humanidad. A Churrasco se lo implica en más de 500 actos de asesinato, tortura y secuestro durante los años de la última dictadura.
Sin embargo, la solicitud de extradición está respaldada por un solo caso: el secuestro y la desaparición en la ESMA, el 30 de octubre de 1976, de Hernán Abriata, un estudiante de arquitectura. El calendario judicial de Sandoval en Francia es extenso. En mayo de 2014, el Tribunal de Apelación de París emitió un dictamen favorable a la extradición. Pero en 2015, el Tribunal de Casación cortó el proceso luego de considerar que Hernán Abriata no podía continuar detenido después de que la dictadura cayera en 1983. El Tribunal parece que no vio la diferencia entre estar detenido y encontrarse desaparecido.
Luego, en 2017, el Tribunal de Apelación de Versalles también se mostró favorable a la extradición. Y en mayo de 2018, el mismo Tribunal de Casación modificó la curiosa interpretación que había hecho en 2015 y terminó considerando lo obvio: el delito de desaparición es “continuo” porque no está ni el cuerpo ni la confesión del asesino y, por consiguiente, es un crimen imprescriptible. En mayo del año siguiente, la Sala de lo Penal del Tribunal de Casación confirmó los dictámenes.
Cuando presentó su alegato el pasado 14 de mayo ante el Consejo Constitucional francés, su abogado, Jérôme Rousseau, había alegado que a Sandoval se le pedía “una prueba imposible de suministrar” y que, de esta forma, se “presumía de su culpabilidad”. Este argumento ya había sido desarmado en otras ocasiones por la abogada francesa Sophie Thonon-Wesfreid, representante del Estado argentino y una de las protagonistas centrales para que este caso avanzara. Thonon dijo en un momento: “Todavía no hay cuerpo, por lo que la desaparición continúa, y también el crimen. Si fuese de otra manera, ello significaría acaso que cuanto más hábil fuese el criminal para disimular su crimen, más impune se volvería”. El Consejo Constitucional dio así la razón a la abogada francesa.
La historia presente y la pasada convergieron esta vez en el Consejo Constitucional. En la sesión que adoptó está decisión estaban presentes los ex Primeros Ministros y ex cancilleres de Francia Laurent Fabius y Alain Juppé. Juppé viajó a la Argentina en los años de Menem y en Buenos Aires dijo, al referirse a los desaparecidos franceses, la célebre frase: “Francia no olvida”. Alguien debió olvidar en Francia como para que Mario Sandoval pudiera prosperar como profesor en prestigiosas instituciones y como consejero de halcones que vuelan muy alto. Mario Sandoval adquirió la nacionalidad francesa en 1997. Por ello, su extradición aún no es automática. El Consejo de Estado debe decidir todavía si lo extradita o no. Quedan unos cuántos hilos flotando entre París y Buenos Aires en esta tragedia.
Está de moda insultar a la prensa en estos años, sin embargo, en un punto absurdo, el caso Sandoval se abrió en la prensa, y si se siguió abriendo y abriendo para que saliera la verdad fue también por la prensa. Aunque hoy las ONG lo olviden en sus agradecimientos, este largo camino empezó en estas páginas por Nora Veiras y continuó en movimiento a lo largo del tiempo pese a las incontables amenazas recibidas en París por manos y voces que actuaban detrás del telón. Cuando la prensa francesa repercutió los artículos de PáginaI12, Sandoval le hizo juicio a los medios franceses alegando que no se trataba de él. Ello puso el foco sobre él y sus víctimas en la Argentina. El criminal osó enjuiciar a sus acusadores. Tal vez esa imprudencia final, esa impunidad inexplicable, lo haya llevado ahora borde de la extradición.