María Laura Lavizzini es el nombre completo de Lala Brillos, la actriz que el martes deslumbró en el Tetazo del Monumento a la Bandera con su convicción y su presencia para conducir el acto y el festival -único en el país- para reclamar por el derecho de las mujeres para decidir sobre su cuerpo, a partir de la represión policial a tres mujeres que hicieron topless en una playa de Necochea. Lala le dice todo el mundo a esta mujer que tiene dos hijos (una de 17 y otro de 15), y que trabaja en una estación de servicio. Como actriz, participó en tres óperas del teatro El Círculo, hace radio en Vorterix y es militante de La Cámpora. Los turnos de su trabajo son rotativos, lo que la obliga a soluciones creativas para cumplir con sus múltiples actividades. La energía que desplegó en el escenario parece acompañarla todo el tiempo. "Me pasa históricamente que tengo que dejar a veces la guita de lado y seguir las pasiones", dice sobre la decisión de pedir un día sin goce de sueldo en su trabajo para participar del Tetazo, que surgió de un comentario de facebook a la publicación de Carla Saccani y rápidamente se engarzó con el colectivo Mala Junta y el movimiento de mujeres y feminista de Rosario, en constante movilización. "Para mí fue revelador ver la cantidad de gente, la repercusión fue hermosa", dijo la activista, que fue parte de miles de mujeres convocadas en el Monumento. Lala seguirá profundizando ese camino. "Sentí que podía ser parte de la historia", afirmó.
--¿Cómo te integraste en la organización del Tetazo?
--Empezamos a armarlo seis días antes del festival, cuando Carla publica en Facebook. Yo a Carla la conozco por kirchnerista, por actriz, y por la radio. Siempre hacemos todo sin un peso, viste lo que es el arte de Rosario. Esto surge porque Carla postea en facebook, unos cuantos días después de lo que había ocurrido en Necochea. Y dice: "Estuve alejada de las redes pero no puedo creer lo que pasó". Yo le digo a Carla tenemos que organizar el tetazo en Rosario y ahí Carla lo postea. Y al otro día ocurre lo de canal 3, yo no estaba en Rosario. Quedamos en reunirnos ese jueves a la noche, surgió la idea del Festival, y nos juntamos con las chicas de Malas Juntas. Por el tiempo de organización armamos un evento alucinante, que no se hizo así en todo el país.
--¿Sos militante kirchnerista?
--Empecé a militar este año en el Frente de Mujeres de La Cámpora. Me encanta la militancia, pero por horarios y tiempo, la maternidad, el laburo y demás, siempre se me había hecho bastante complicado. Este año ya me pude meter, con los chicos más grandes, y la verdad que me encanta. Sin embargo, este evento nunca hubiese sido lo que fue si lo hubiese hecho dentro de La Cámpora, así que participé por fuera, pero recibí mensajes impresionantes, tuvo buena repercusión.
--¿Cómo tomaron la decisión de conducir el evento en tetas?
--El tema de la conducción en tetas fue algo que no se dudó nunca, porque si es un tetazo, lo organizamos nosotras, conducir vestidas era como... pará... bueno... qué onda. Viéndolo desde mi lugar, si me pongo en tetas te estoy invitando a vos. Yo estoy en tetas y expuesta ante todos. Me parecía más como una invitación al público para que también lo haga.
--¿Viste mujeres que fueron animándose a sacarse la ropa a lo largo del tetazo?
--Las chicas del grupo de La Cámpora, cuando las invité a hacernos el aguante, me dijeron: "Sí, desde ya pero no cuentes con que vayamos en tetas". No, no, esto es una causa, no es que estemos todas en tetas. Y todas terminaron en tetas, pintadas. Lo que también animó mucho fue la "vestimenta" del body panting. Y después también, siempre haciendo paralelismo con cuestiones teatrales, lo que una ha aprendido a lo largo de la vida, es que la piel es el primer vestuario que tenemos. Es algo maravilloso. La verdad que se animó cualquier cantidad de gente. Me encontré con amigas, que en un momento tenían cuestiones de complejos con el cuerpo, que se animaron. No sólo era la liberación sino la felicidad. Incluso, la chica que se acercó a pedir que mencionemos las tetas de las desaparecidas, vino con una onda bárbara, es lo que capté que se movía en el ambiente. Al principio, los hombres eran muy pajerones y después de eso, los tipos se tiraron para atrás cuando lo empezamos a pedir. Cuando pedimos que se vengan las chicas para adelante, cambió totalmente la onda. Y en eso, yo seguía un poco la onda de Majo (Gerez, de Mala Junta), que es la que más clara la tiene. Y ahí sí desaparecieron los mirones...
--¿Qué cosas te pasaron a vos con esa exposición?
--En realidad el conflicto no lo tuve el día del tetazo, sino que fue un conflicto muy rápido y no tenía que ver con el cuerpo ni con la exhibición, porque trabajé en tres óperas en el teatro El Círculo. En la segunda hice un desnudo, porque hice Fausto, en un teatro tan imponente. El año pasado hice Carmen, hacía de la patria española en un lugar nocturno y presentaba el espectáculo con una teta afuera, una foto que mi novio posteó en facebook antes del Tetazo. Después me pasaba que estar desnuda en un contexto social, entre amigos, con mi novio que también es una persona a quien amo y me ama y era ponerlo a ver qué me dice. No iba a pasar nada, siempre lo supe. Es un desafío. Al tetazo iban a venir mis hijos, que me acompañan absolutamente, iba a venir mi madre, fueron todos. La gente que uno no conoce es como gente de paso, por otro lado sí la noche anterior al tetazo estuve dos horas sin poder dormir, pensando en un montón de cosas. ¿Hay algún precedente de una mina que condujo un evento en tetas, adentro del Monumento? Puedo llegar a estar formando parte de una historia loca dentro de semejante Monumento. Alguna loca alguna vez se atrevió. Yo pensaba qué alucinante y hasta dónde puede el arte en la política, lo social, me llevó a coquetear con todo eso, plantear el arte como el movimiento que puede llegar a salvar por lo menos a nosotras, a las minas.
--¿Cómo te acercaste al feminismo?
--Empecé a darle mucha bola al feminismo en mi adolescencia, de chica fui como muy pulposa, y esa pulposidad me llevaba a la culposidad. Me pasaba mucho hablar del acoso callejero. Empecé a ver qué pasa, me empecé a preocupar por nosotras las mujeres, por esto de recibir acoso permanentemente en la escuela, en la calle, en los laburos, tuve unos años de mucho relax, porque estuve una pareja estable, tratando de encaminar mi familia, mis hijos. Y tuve un brote de feminismo cuando mi hija tuvo 13, 14 años, cuando pegó el estirón reviví mi adolescencia pero ya desde el lugar de madre, y me empecé a preocupar por otras pibas. También estuvimos todo el año laburando para el Encuentro Nacional de Mujeres, empezamos a recibir material y a abrir cabezas, para poder trasladar todo esto que el feminismo nos da, que es hermoso, que es hermoso para las mujeres y también para los hombres, porque el feminismo le quita tanta presión al hombre, si lo pudiera ver así, sería algo brillante, lo viviríamos desde un respuesta y de una libertad divina.
--¿Y cómo vivís cotidianamente ese feminismo?
--Tratando de empezar a hacer el laburo por casa, con mi hijo varón, es re difícil porque tenemos tantas cosas incorporadas del patriarcado. Me pasa con las cosas de la casa, cuando se relaciona con chicas de su edad, ante comentarios, a la hora de hablar de sexos, es todo el tiempo un choque con el feminismo, permanente, cuando uno empieza a transitar el camino es todo el tiempo, un ejemplo negativo tras otro, que por siempre lo vamos purgando, y aprendiendo que ya nos va a empezar a salir más natural, pero eso es algo que debería trasladarse a la sociedad toda. Es muy difícil, a veces siento que los hombres ante las mujeres feministas piensan que queremos salir a competir, a tenerla más larga. No es una competencia, flaco.
--¿Por qué pensás que el tetazo fue un acto político?
--La política está en todos los actos de la vida, vos vas a hacer un mandado, buscás precio y estás haciendo política económica para tu hogar, en mi vida la política está desde que me levanto hasta que me acuesto. Lo que sí me pareció que era un acto político porque las tetas fueron una excusa, esto que ocurrió en Necochea fue una hermosa excusa para poder reclamar otras igualdades, las consignas fueron lindas y todas tuvieron que ver con un reclamo de las mujeres a esta sociedad.
--¿Vas a seguir activando?
--Me dio una inyección de fuerza. Ese día me fui, pensé que era bellota, bombón y burbuja de las chicas superpoderosas. Este tetazo loco desde el nombre es la transgresión misma.
--¿Qué cosas te dijeron después del tetazo?
--Me llamaron muchas mujeres, viste que hay como un prejuicio que dice que todas las feministas son lesbianas... Pienso, por comentarios que me llegaron, que algunos tipos me pusieron en un lugar de diosa monumental.