El humorista conocido como Tuqui, recordado por su participación en la Rock & Pop en la década de los 90, falleció este fin de semana. Si bien los motivos de su muerte no fueron confirmados, desde su entorno remarcaron que sufría problemas de salud producto de un accidente que había tenido años atrás. Tenía 64 años y desde 2012 debía movilizarse con muletas.
Gabriel Gustavo Pinto, que era además conductor de televisión, se hizo conocido en los 90 de la mano de los locutores que fueron un ícono de esa señal como Mario Pergolini, Elizabeth Vernaci, Juan Di Natale y Bobby Flores, entre otros.
En la radio formó parte de los programas Subí que te llevo, junto a Bobby Flores, Se nos viene la noche, acompañando a Juan Di Natale y Tarde negra, con la Negra Vernaci. En la TV participó del programa Justo a Tiempo, que conducía Julián Weich y donde debía adivinar quién era el invitado de cada emisión.
Algunos de los periodistas y locutores que trabajaron con él dieron su testimonio ayer ante la noticia de la muerte de Tuqui, entre ellos Di Natale, Eduardo de la Puente y Clemente Cancela. Di Natale, consultado por PáginaI12, señaló: “Me sorprendió mucho la noticia. Sabía que estaba con serios problemas de salud desde el accidente de tránsito que tuvo (en 2012). Lo operaron mal y nunca pudo recuperarse bien. Estoy muy triste, lo recuerdo con mucho cariño. Era por supuesto un personaje singular, representante de una especie de bohemia marginal que ya no existe más. Al mismo tiempo era dueño de una erudición particular y era muy gracioso. Trabajar unos años con él fue un aprendizaje abrupto, porque yo era muy joven, venía de otro palo y nunca había conocido a nadie como Tuqui. Fueron los años en los que conocí a los grandes personajes de Rock & Pop; pero Tuqui, que no tenía el estrellato de otros, era distinto a todos, muy singular. Fue la experiencia más extrema de todas trabajar con él. Y cerramos un ciclo radial de cinco años llamado Se nos viene la noche queriéndonos mucho y nos quedó a ambos un lindo recuerdo de aquellos años. ¡Era un récord trabajar cinco años con Tuqui!”. De la Puente, en tanto, recordó, también en diálogo con este diario: “Fuimos enormes amigos con el Tucán. Siempre me pareció uno de los tipos más talentosos que conocí en la vida y con un bagaje cultural que muy pocos tienen. Tenía un costado jodido, pero eso hacía su humor más ácido. Era un tipo muy frontal. Conocí su problema bien de cerca en los últimos años, pero no tuve la posibilidad de apoyarlo laboralmente. Se había recluido mucho. Al Tucán le debo de los mejores y peores momentos de la vida. Y me parece una gran injusticia cómo lo ha tratado la vida. Era una persona admirable. Arrancamos escribiendo una novela juntos, que la terminó él. Era complicado seguirle el tren en un montón de cuestiones creativas. Y creo que fue una de las personas con las que más me reí, lejos. De hecho, a fines de los ochenta, habíamos formado una banda, Éramos Tan Pobres, y en los primeros shows Tuqui hacía un monólogo fantástico. Nos entregaba al público ya sedado, con ganas de escuchar. Tengo más recuerdos extralaborales que laborales: en su casa, yirando por ahí... el costado sórdido y divertido de la vida que no sabía que existía”.
Producción: Sergio Sánchez.