Con la presencia de CFK, el Tribunal Oral Federal 2 continuó ayer con el juicio por el manejo de la obra pública en la provincia de Santa Cruz. El proceso que comenzó la semana pasada siguió este lunes con la extensa lectura del requerimiento de elevación a juicio de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques. Luego será el turno de los requerimientos de la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera, trámite que podría ocupar al menos dos jornadas más.
Cristina Kirchner fue autorizada por el tribunal a ausentarse en esta instancia del debate. Si bien todos los acusados están obligados a presenciar la lectura de las imputaciones, la ex mandataria fue exenta de esa imposición en caso de que las audiencias se superpongan con sus tareas legislativas como senadora.
Sin embargo, la precandidata a la vicepresidencia decidió volver a Comodoro Py. Incluso, según ya adelantó su abogado Carlos Beraldi, va a pedir declarar ante el tribunal. Hasta ahora lo había hecho de manera escrita en cada uno de los llamados a indagatoria, pero en esta instancia querrá hablar desde los micrófonos de la emblemática sala AMIA de los Tribunales Federales. Si bien aún no se definió cuándo lo hará, Beraldi detalló que declarará cuando lo consideren oportuno.
Según pudo relevar PáginaI12, hasta el momento los ex funcionarios imputados Carlos Villafañe y José de Santibáñez también van a declarar durante el juicio. Pedirán hacerlo ni bien finalice la lectura del requerimiento de elevación (hasta el momento se leyeron 220 páginas y son en total unas 580). Ambos imputados se desempeñaron en el área de Vialidad en Santa Cruz. En el caso de De Santibáñez, su defensa estará centrada en que las 5 obras peritadas de las 51 obras cuestionadas fueron realizadas cuando él no estaba en funciones, por lo que no podría caberle ninguna responsabilidad.
Por su parte, Villafañe, quien se desempeñó como presidente de Vialidad provincial, también dirá que ocupó su puesto hasta diciembre de 2007, antes de los hechos que se investigan en el juicio. Declarará que las supuestas maniobras de sobreprecios y direccionamiento de las obras a favor de Lázaro Báez, si es que ocurrieron, fueron luego de finalizada su gestión. Además, como ya dijo en la etapa de instrucción, dirá que no era su potestad activar los resortes para ordenar los pagos de los trabajos.
En la jornada de ayer, en tanto, el tribunal hizo lugar a la presencia de veedores que controlarán la legalidad del debate. El requerimiento fue realizado por el ex ministro de Planificación Julio De Vido. Se trata de veedores del Colegio Público de Abogados que velarán por el ejercicio profesional de los abogados defensores y por evitar conductas autoritarias por parte del tribunal. De Vido pidió, además, continuar presenciando las audiencias por videoconferencia desde el penal de Ezeiza donde está detenido, pero los jueces lo rechazaron. De Vido reclamó no ser trasladado a Comodoro Py todas las semanas alegando razones de salud y por “economía procesal”, ya que debe enfrentar otro juicio.
El perito tuitero
Por otra parte, el TOF 2 tiene pendiente definirse sobre la recusación planteada por CFK al perito tuitero anti K. La presentación por imparcialidad manifiesta contra Eloy Pablo Bona fue realizada el viernes pasado por la defensa de la ex presidenta. Los jueces ya notificaron que “se formó el incidente”, es decir que el planteo tomó su curso. El próximo paso es el descargo del perito y luego decidirán si lo desplazan de la causa o lo mantienen.
Bona, ingeniero civil e integrante del Cuerpo de Peritos del Poder Judicial de la Nación desde hace dos años, retuiteó y puso “me gusta” a varios tuits altamente ofensivos y de claro posicionamiento político antikirchnerista. Según recuerda el planteo de recusación firmado por el abogado de CFK, los peritos tienen rango de magistrados y no pueden mostrar parcialidad alguna. En su escrito, Beraldi señaló que “el perito Bona carece de imparcialidad. Al revisar los comentarios del perito se pone al descubierto la situación de odio y animadversión hacia varias personas imputadas en este proceso, Julio De Vido, Lázaro Báez y especialmente Cristina Fernández de Kirchner, a quienes hace responsables de hechos de corrupción sobre los que parece no tener duda alguna. También se llega al grotesco de adjudicarle responsabilidad a la ex presidenta en distintas muertes y se agravia a miembros de su familia, su hija Florencia y hasta su nieto Iván, entre otras consideraciones peyorativas”.
El tribunal compuesto por los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso decidió iniciar el juicio a pesar de los planteos pendientes de las defensas que hoy están en la Corte Suprema. El máximo tribunal aún no estableció su posición de fondo sobre las nueve presentaciones en este sentido, entre ellas la que realizó la defensa de CFK que reclama medidas de prueba claves sobre las obras sospechadas. En caso de que los especialistas determinen que no hubo sobreprecios y que las obras fueron hechas en tiempo y forma, se podría dar por tierra con toda la acusación y caería el proceso.