El mundo cabe en 40 centímetros; al menos, buena parte del universo Seinfeld, sitcom de culto sobre “la nada” de 9 temporadas o 180 episodios, con los –disfuncionales– Jerry, Elaine, George y Kramer haciendo de las (cínicas) suyas en Nueva York, con parada casi obligatoria en el apartamento 5A del mentado Seinfeld. Apartamento que, por obra y gracia de Warner Bros y Artuitive LLC, hoy tiene exactísima réplica en miniatura con todos los detalles del original: mismo sofá, mesa, lámpara, Apple Macintosh, vasos y platos, refrigerador, frutera, cuadros, bicicleta de la residencia que antaño albergase a los orates más vitoreados de los 90s. En edición limitada y sin figurines de los personajes, vale aclarar, debiendo proveerse el comprador de los correspondientes muñequitos para representar sus escenas más preciadas. Tampoco existe la posibilidad de hacer como Elaine en el capítulo “The Pie”, donde se obsesiona tanto con un maniquí que luce exactamente como ella que acaba robándolo: la única opción de hacerse de uno de los 500 departamentos es vía online, depositando la costosa suma de 400 dólares.
Por lo demás, aunque no sea especialmente llamativo que exista el tesorito –que hará las delicias de tantísimos fans, de más está decir–, resulta por lo menos llamativo el “paquete bonus”, destinado a presurosos que ordenen en forma anticipada el set miniatura. “Pida el diorama ya, y también recibirá una carta conmemorativa numerada junto a un pedazo real de la auténtica puerta del departamento de Jerry”, pasan nota los desarrollistas del sitio Seinfeldsetreplica.com, sumando términos como “rareza”, “genuino”, “limitado”, en un claro intento por asegurar ventas. Lo cual, cabe suponer, tendrá el efecto buscado; después de todo, ¿quién podría resistirse a adquirir un trozo de la famosa portezuela que Kramer abrió y atravesó en forma repetida, repetida, repetida? Parafraseando el cliché estelar: un pequeño paso para el peculiar hombre; un gran salto para las sitcoms de los 90s. Risas no incluidas.