“Napoleón fue quien mejor lo formuló: ‘Un ejército se mueve por su estómago’. Quiero hacer todo lo que esté a mi alcance para llenar cada panza que marcha”, anota el estadounidense Scott Duncombe, creador –junto a su esposa Katie Harlow y su amigo Noah Manger– de Pizza to the Polls, sitio que busca alimentar a la resistencia norteamericana, una porción de mozzarella a la vez. Con el fin de aprovisionar –y ofrecer cándido apoyo, claro– a los manifestantes que por sobrados motivos se movilizan contra la nueva administración en Estados Unidos. “Creo que proporcionar pizza, o confort, es lo mínimo que podemos hacer para apoyar a estas personas. La pizza mantiene cálidos los corazones, y es un alimento fácil de compartir: unió a los votantes en las últimas elecciones presidenciales y unirá a quienes protestan por las recientes medidas”, declara el muchacho, y refiere a los inicios de su iniciativa…
Porque la salsa de la cuestión se cocinó el pasado noviembre, cuando el trío armó la petite organización para recaudar fondos, comprar el susodicho alimento y enviarlo a los sitios donde la cola para votar era larga, larguísima. Sumando suficiente cash para proveer de 2500 pizzas a personas de hasta 24 estados. Pues, en miras de las sucesivas manifestaciones en aeropuertos por el veto a musulmanes, volvió a activarse el proyecto, mandando unas cuantas de pepperoni –que tristemente arribaron tardíamente al JFK en Nueva York, cuando los manifestantes ya se habían retirado–. Lo cual, lejos de desalentar a Duncombe –que ya juntado a razón de 50 mil verdes–, lo ha obligado a cranear mejores estrategias para que las porciones lleguen a tiempo en venideras ocasiones. Después de todo, a su consideración, “es genial aprovechar las ventajas que brinda Internet para canalizar la generosidad de la gente que quiere agradecerle a quien hace el trabajo duro para lograr cambios verdaderos y mantener la democracia andando”. O rodando, de no medir el contenido calórico…