Desde Santa Fe

El fiscal federal Nº 1 Jorge Onel pidió la nulidad de un operativo antidroga de la Policía santafesina y la absolución de dos imputados porque el hallazgo de casi dos kilos de marihuana y dos plantines se realizó tras un allanamiento de domicilio “sin orden judicial” y “sin consentimiento válido” de la dueña de casa. Un procedimiento que -si se hubiera hecho en otros tiempos- bien podría tener el sello de los que hacía el ex jefe de Policía de la provincia Hugo Tognoli. La “incautación del cuerpo del delito” nunca puede ser “el fruto de un procedimiento ilegítimo” y “reconocer su idoneidad para sustentar una condena” en juicio oral y público “equivaldría a admitir la utilidad del empleo de medios ilícitos para la persecución penal”. Y “esto no sólo es contradictorio con el reproche formulado, sino que compromete la buena administración de justicia al pretender constituirla en beneficiaria de un hecho ilícito”, planteó el fiscal en línea con la Corte Suprema de Justicia de la Nación.      

Onel solicitó al juez federal Reinaldo Rodríguez que “anule” el operativo antidroga y dicte el “sobreseimiento” de un joven de 29 años y de su compañera de 39 que habían sido detenidos e indagados por supuesta “tenencia firme de estupefacientes”, lo que significará el archivo de la causa. 

El hecho ocurrió en la ciudad de Recreo, donde el Comando Radioeléctrico detuvo al joven de 29 años por el robo de una bicicleta y una mochila, el 26 de noviembre de 2018. Horas después, su pareja de 39 devolvió la bicicleta. El Comando fue entonces hasta la casa de la mujer, quien no habría opuesto reparos a la “requisa” y encontró un “arma de fabricación casera” y una moto de baja cilindrada con “el número de motor suprimido”. La joven fue “aprendida” y cuando la trasladaban de vuelta al domicilio para “dejar a sus hijos”, les habría dicho a los policías que su compañero tenía “algo oculto” en el techo del baño. Así, en una segunda “requisa” encontraron casi dos kilos de marihuana y se llevaron dos plantines, un celular y un Peugeot 307.

En la indagatoria, el joven se negó a declarar y su pareja se defendió: “Yo no sabía nada de la droga… Yo no le dije nada a la policía”. El juez Rodríguez los procesó a ambos por supuesta “tenencia simple de estupefacientes”.

Ahora, el fiscal Onel dijo que “las pericias en el celular del imputado” no revelaron evidencias de “tráfico” de sustancias ilegales. Y puso bajo la lupa el allanamiento que -a su juicio- se realizó “en violación a la garantía constitucional que protege la inviolabilidad del domicilio”.

El fiscal dijo que el “supuesto consentimiento” de la mujer para la requisa (que alega la policía, pero que ella negó ante el juez) se realizó cuando estaba “aprendida” y que los testigos fueron convocados después del “hallazgo” de la droga, “con posterioridad al ingreso a la vivienda”. “En tales condiciones, es altamente improbable que el consentimiento haya existido, o bien, de haber existido, que haya sido libremente prestado” por la dueña de casa, sostuvo Onel. Por lo tanto, le pidió al juez que “anule” el operativo y dicte el sobreseimiento de los imputados.