En medio del paro general lanzado por la CGT, las dos CTA, movimientos sociales y agrupaciones de izquierda, el presidente Mauricio Macri encabezó el acto por el Día del Ejército. Durante su breve discurso (de cuatro minutos), el jefe de Estado omitió cualquier referencia a la medida sindical y se limitó a hablar de la situación de las Fuerzas Armadas. "Logramos modernizar las estructuras del sector y encausar los recursos disponibles hacia las necesidades más urgentes. Fortalecimos la coordinación con otras áreas del Estado, principalmente con el sistema de Seguridad Interior", afirmó a modo de autoelogio.
Acompañado por el ministro de Defensa, Oscar Aguad y el jefe del Estado Mayor del Ejército, el teniente general Claudio Pasqualini, Macri aseguró que durante su gestión se dejaron atrás "décadas de abandono presupuestario y también simbólico" de las Fuerzas Armadas y que se logró "aprovechar mejor los recursos disponibles y trabajar coordinadamente con otras áreas del Estado".
Desde el Campo de los Espejos del Colegio Militar de la Nación, en El Palomar, el Presidente reivindicó el polémico decreto firmado el año pasado que fue cuestionado por habilitar institucionalmente la militarización de las tareas de seguridad, vedadas por las leyes de Defensa Nacional y de Seguridad Interior. Según dijo, ésto permitió "dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad y asistir a las poblaciones que lo necesitan".
"Saluden de mi parte a la gran familia militar son el motor y el sostén de cada uno de nosotros. Con todo mi afecto, feliz aniversario y ¡viva la patria!, ¡viva la patria!, ¡viva la patria!", cerró el presidente antes de que la banda militar ejecutara la canción del Ejército Argentino.
Posteriormente, el Presidente tenía previsto cumplir con el saludo a las integrantes del seleccionado argentino femenino de fútbol, en el predio de la AFA, en Ezeiza, que en el mes junio competirán en el Mundial de la categoría en Francia, compromiso que no pudo concretar ayer debido a razones climatológicas.