El Papa respondió preguntas sobre el obispo argentino Gustavo Zanchetta, acusado de “abusos sexuales y de poder”: afirmó que el juicio contra el religioso continúa en El Vaticano, dio detalles del proceso, y sostuvo que la presunción de inocencia subsiste hasta que culmine esa instancia. Francisco dijo que el procedimiento “no está parado” como algunas fuentes lo habían señalado, pero admitió también que “hay que explicarle a la gente” qué es lo que está ocurriendo con el asunto.
Jorge Bergoglio se refirió al tema en el marco de un reportaje que concedió a la periodista Valentina Alazraki, de la cadena televisiva mexicana Televisa, en la que abordó distintas cuestiones sobre su pontificado, incursionando también en las dificultades de la tarea que lleva adelante.
El obispo Zanchetta renunció a sus responsabilidades en la diócesis católica de Orán (Salta) el 29 de julio de 2017, invocando “un problema de salud” que le impedía “llevar plenamente el ministerio pastoral”. Sin embargo, llamó la atención que el obispo abandonara su cargo de manera imprevista y se trasladara a Corrientes, aún antes de que el Papa aceptara su dimisión. Tres meses después, cuando la renuncia ya había sido aceptada, Francisco lo designó como asesor de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA), el organismo encargado de gerenciar los bienes del Vaticano.
En enero de este año, el director interino de la Sala de Prensa del Vaticano, Alessandro Gisotti, informó que Zanchetta estaba sometido a una investigación eclesiástica después de haber recibido acusaciones por abusos sexuales y de poder y aclaró que las denuncias “surgieron en los meses recientes, casi un año después de que el Papa lo nombró para un puesto en el Vaticano”.
La pregunta de la periodista mexicana surgió a propósito de versiones que indicaban que ahora el juicio contra Zanchetta estaba congelado y el Papa se ofreció a aclarar la situación porque “la gente no entiende” y “hay que explicarle”.
“Antes de que yo le pidiera la renuncia, hubo una acusación y yo inmediatamente lo hice venir a él acá con la persona que lo acusaba y explicarla.” Las denuncias se basaron en imágenes encontradas en un teléfono, ante lo cual –siguió diciendo el Papa– “la defensa del acusado fue que se lo habían jaqueado”. Para Bergoglio, “se defendió bien, entonces frente a lo obvio y una buena defensa queda la duda, pero, In dubio pro reo entonces, bueno, volvé”.
Frente a las denuncias de abuso de poder y desmanejo económico se hizo un “seguimiento” sobre el obispo, admitió el Papa, y se concluyó que “evidentemente él tenía un trato, algunos dicen déspota, mandón”, y una administración económica “no del todo clara”, que, sin embargo, no logró probarse.
No obstante, siguió diciendo Francisco, “el clero se sentía no bien tratado por él. Se quejaron hasta que hicieron una denuncia a la Nunciatura”, razón por la que “yo llamé al nuncio y me dijo: ‘Mire, la cosa de la denuncia es seria por maltrato’, abuso de poder, podríamos decir”.
Siguiendo con el relato pormenorizado, el Papa dijo que “lo hice venir (a Zanchetta) y le pedí la renuncia. Bien clarito. Lo mandé a España a hacer un test psiquiátrico. Algunos medios dijeron: ‘y el Papa le regaló un veraneo en España’. Fue a hacer un test psiquiátrico”.
Frente al señalamiento de que pese a que se lo acusaba de malos manejos económicos el Papa lo nombró como asesor en APSA, Bergoglio dijo que Zanchetta “era desordenado económicamente, pero mal económico no tuvo” y por ese motivo le dio esa responsabilidad mientras seguía en Roma con el tratamiento psiquiátrico.
“En diciembre del año pasado decidí hacer la investigación previa de las acusaciones que había. Hará quince días me llegó, ya oficialmente, la investigación previa y vi que era necesario hacer un juicio”, aclaró el Papa. “Lo pasé a la Congregación de la Doctrina de la Fe y están haciendo el juicio”, agregó.
“¿Por qué le cuento todo esto? Para decirle a la gente impaciente que dice ‘no hizo nada’, que el Papa no tiene que andar publicando todos los días lo que está haciendo. Pero no me quedé quieto desde el primer momento de este caso. No he parado”.
Bergoglio aclaró también que, pese a tratarse de un obispo que por el derecho eclesiástico tendría que ser juzgado por el Papa, él desistió de hacerlo por tratarse de un argentino y prefirió conformar un tribunal. “Den la sentencia ustedes y la promulgo yo”, les dijo a los jueces.
En la misma entrevista, el Papa reiteró ante la periodista mexicana su oposición a la construcción del muro en la frontera entre México y Estados Unidos que propone Donald Trump. “Quien construye muros termina prisionero de los muros que construye... En vez quien construye puentes fraterniza, da la mano, aunque se quede del otro lado”. Y agregó que “se puede defender el territorio perfectamente con un puente... no necesariamente con un muro. Hablo de puentes políticos de puentes culturales. No vamos a hacer un puente en todas las frontera. Es imposible”.
Sobre la situación política mundial, Francisco dijo que “hay algo que no funciona y en el fondo creo que la base es el maltrato ambiental y el maltrato económico. Cada vez hay menos ricos con la mayoría de la fortuna del mundo. Y cada vez hay más pobres con menos de lo mínimo para vivir. Toda la fortuna está concentrada en grupos bastante pequeños en relación a los otros. Y los pobres son más. Entonces los pobres buscan fronteras, buscan salidas, horizontes nuevos. Creo que ese es el origen. El desgaste económico. Que ya no es económico, es financiero. Ya salimos del mundo de la economía, estamos en el mundo de las finanzas. Donde las finanzas son gaseosas”.
Y abogó por los pactos en la política. Porque “si los gestores de la política de un país se pelean entre ellos sufre el país”, sostuvo. Agregó que “hay que buscar salidas políticas, que yo no las sé decir porque no soy político. No tengo ese oficio. Pero la política es creativa. No nos olvidemos que es una de las formas más altas de la caridad, del amor, del amor social. Pero cuando la política es tirar para cada lado se crea una situación de violencia en el mismo seno del quehacer político”.