“Queremos una Argentina más segura”, dijo el presidente Mauricio Macri en su aparición de ayer para encabezar el acto por el Día del Ejército en el Colegio Militar en medio de una jornada de paro. En su mensaje, que terminó con tres “¡Viva la Patria!”, el Presidente no hizo alusión a la protesta. Sin embargo, no fue ese el mensaje político más claro de su presentación sino la aparición pública, involucrado como si nada entre sus funcionarios y sentado muy cerca suyo, del fiscal federal Carlos Stornelli, a dos días de cumplirse su quinto llamado a indagatoria al cual su abogado ya adelantó que nuevamente piensa desobedecer.
La reaparición de Stornelli, ubicado a pocos metros del Presidente, se produce en una semana en la que el fiscal volvió a quedar en el centro de la escena por la decisión del juez Alejo Ramos Padilla de citarlo para este viernes. Ese día Stornelli debería concurrir al juzgado federal de Dolores a dar explicaciones sobre sus vínculos con la banda de espías y extorsionadores que integra el falso abogado Marcelo D’Alessio.
La nueva citación no es la única complicación para Stornelli. Además de citarlo, el juez Ramos Padilla le pidió al Procurador Interino, Eduardo Casal, que inicie el proceso de remoción, tal como le indicó la Cámara Federal de Mar del Plata.
Sonriente, sentado al lado del secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, y detrás del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, Stornelli recibió así un mensaje de respaldo del Gobierno. El gesto está en línea con el intento del oficialismo de avanzar, además, con la embestida contra Ramos Padilla en el Consejo de la Magistratura.
A través de su abogado, Roberto Ribas, el fiscal ya anticipó que no se presentará mañana a declarar. En cambio, realizó una ampliación de su denuncia por la supuesta operación política en su contra en los tribunales de Comodoro Py y pidió que se cite a indagatoria al ex embajador en El Vaticano, Eduardo Valdés. El fundamento de esa ampliación son escuchas ilegales a presos en el penal de Ezeiza, que fueron difundidas por medios de comunicación oficialistas.
La hipótesis que buscan instalar Stornelli y su abogado –con el apoyo del oficialismo y de los medios afines– es que Valdés junto a un grupo de ex funcionarios presos en Ezeiza armaron la denuncia que recaló en el juzgado federal de Dolores. De ninguna manera explican el vínculo del fiscal con el falso abogado D’Alessio, como tampoco lo hacen la ministra Patricia Bullrich y la diputada Elisa Carrió.
“¿Fui yo el que obligó a Stornelli a manejar hasta Pinamar y a reunirse con Pedro Etchebest? ¿Fui yo el que le pidió a D’Alessio que haga una investigación?”, se preguntó Eduardo Valdés en una de sus apariciones para responder a las acusaciones en la que lo pretenden involucrar. Ayer, reaccionó ante la insólita aparición de Stornelli junto a Macri en el acto por el Día del Ejército. “Hoy quedó demostrado cuál es la verdadera ‘Operación Impunidad’. El día antes a que Stornelli tenga que presentarse en Dolores, se fotografía junto a su jefe, Mauricio Macri. Ambos han estado imputados por espionaje ilegal”, sostuvo Valdés.
La contraataque de Stornelli comenzó el martes a la noche con una entrevista en el canal de La Nación. “Yo creo que estamos frente a algo mucho más grave de lo que se escuchó”, sostuvo allí el fiscal sobre las escuchas ilegales difundidas. “Siempre supe que se trataba de una operación no solo para dañarme a mí en lo personal y a mi familia porque se organizó una campaña de prensa despiadada”, agregó, sin sonrojarse, el fiscal en rebeldía. “Normalmente el fiscal es el primer blanco porque es visto como un enemigo y de alguna manera es bueno que así sea. El fiscal es el que lleva adelante la investigación junto al juzgado. Desde ese punto de vista nos encontramos con un poder mayúsculo del otro lado, donde hay de todo”, dijo. El poder mayúsculo, quedó bastante en evidencia en el acto por el Día del Ejército, se encuentra justamente de su lado.