Cada 3 de junio volvemos a las calles exigiendo que dejen de matarnos. Salimos a la calles porque las agendas de los feminismos se ensanchan: porque “Ni una Menos” también es “Ni Una Menos en la cárcel”, “Ni Una Menos por aborto clandestinos”, “Ni Una Menos por travesticidios”.
Volvemos a las calles para exigir que el Estado se haga responsable de cada uno de los hechos de violencias que ocurren en nuestro país. Que sus obligaciones no pueden reducirse a la puesta en marcha de una línea telefónica o la app de celulares para realizar la denuncia. Necesitamos definiciones de políticas públicas que de manera integral pongan en funcionamiento programas de atención a víctimas, políticas sociales y laborales específicamente destinadas a mujeres, personas trans y travestis. Sin autonomía económica no es posible pensar en la autonomía de nuestros cuerpos.
Salimos a las calles porque no queremos más sentencias como la de Lucía Pérez, que no solo revictimiza sino que consagran la impunidad frente a cada femicidio.
Y también porque frente a todas estas violencias no nos replegamos y salimos a las calles tras el deseo que nos empuja. El “Vivas nos queremos” expresa la libertad y autonomía sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. Y la vitalidad creativa de nuestras luchas para seguir corriendo fronteras desde el gesto mínimo y cotidiano o desde la inmensa confraternidad callejera que nos cobija cada 3 de junio. 6
Laurana Malacalza: Docente y feminista.