“En la provincia que usted gobierna, la policía acribilló a cuatro chicxs. Espero tenga a bien dar una respuesta a los bonaerenses y enviar a su ministro (de Seguridad) a la Cámara de Diputados”. Vía Twitter, la diputada bonaerense Florencia Saintout (Unidad Ciudadana) le envió un mensaje a la gobernadora María Eugenia Vidal, en forma simultánea con la presentación, en la Legislatura provincial, de un pedido de interpelación al ministro Cristian Ritondo. El funcionario debería explicar una serie de interrogantes que todavía persisten sobre la actuación de los responsables políticos, de La Plata y de San Miguel del Monte, en la trama de encubrimiento que intentó hacer pasar por “accidente de tránsito” una feroz persecución policial que provocó la muerte de cuatro jóvenes y heridas gravísimas a una adolescente. En forma coincidente, en el Concejo Deliberante de Monte, con el voto unánime de Unidad Ciudadana y Cambiemos, se requirió al Ejecutivo encabezado por la intendenta Susana Mayol que informe sobre “todas las llamadas de los celulares de los funcionarios del Departamento Ejecutivo y del secretario de Seguridad”, Claudio Martínez, uno de los 13 detenidos en la causa.
El pedido en el Concejo Deliberante de Monte comprende a todos los llamados realizados entre el 20 (día del hecho) y el 27 de mayo, no sólo por las autoridades políticas sino también por todos los policías involucrados en la causa. Cuatro uniformados están acusados por cuatro “homicidios agravados” y un “homicidio en grado de tentativa”. Otros ocho policías, más el secretario de Seguridad, están imputados por encubrimiento agravado y falsedad ideológica en documento público. A lo que se apunta, tanto en La Plata como en Monte, es a establecer desde qué momento la intendenta Mayol, su secretario de Seguridad y el ministro Ritondo tuvieron la certeza de que no había sido “un accidente”. La pregunta sería ¿ellos también participaron de alguna manera, y por unas horas cuando menos, del encubrimiento que quedó al desnudo por los testimonios y pruebas aportadas a la Justicia por los vecinos y familiares de las víctimas?
La intendenta Mayol dijo que el martes 21 se presentó ante el fiscal de Cañuelas, Lisandro Damonte, a cargo de la investigación, para ponerlo en conocimiento sobre cómo se enteró, en la madrugada del lunes 20, del hecho y a través de quienes. Según lo dicho por Mayol en declaraciones periodísticas, el lunes, cuando los cuerpos de los cuatro fallecidos y la sobreviviente recién habían llegado al hospital local, ella fue convocada telefónicamente por su secretario de Seguridad, luego detenido por encubrimiento.
“Fui engañada desde el primer momento”, aseguró Mayol, quien dijo que recién “a las 7 de la mañana” de ese lunes tuvo la información de que no había sido un accidente y por eso le dijo a Ritondo, por teléfono: “Cristian, hubo tiros (policiales) en la tragedia de Monte”. En el programa de Mauro Viale, la intendenta dijo que se enteró a las 7, pero después aclaró que recién se pudo comunicar con Ritondo “al mediodía”. Mayol comentó que Ritondo no le creyó, porque le dijo que “la policía no tira”, lo que significaría que el ministro de Seguridad nunca supo nada del “gatillo fácil” policial.
Si la intendenta y Ritondo sabían desde temprano que los policías habían disparado contra el Fiat 147, ¿por qué la investigación primaria siguió en manos de una fuerza de seguridad bajo sospecha? La Justicia tuvo que ordenar después la reautopsia de Camila López, una de las víctimas, porque el examen anterior lo hicieron peritos de la fuerza responsable de los hechos.
A media mañana del lunes 20, cuando la intendenta ya había descubierto la mentira, el entonces titular de la policía local, comisario Julio Francisco Micucci, otro de los detenidos, siguió siendo vocero de la mentira, sin que su jefa política se lo impidiera. “Fue un accidente de tránsito, estamos todos consternados, una fatalidad”, declaró Micucci en una entrevista con la televisión de Monte. Apenas reconoció que “pudo haber una anomalía en el accionar policial (...) Cuando se produjo la huida, no (se rectificó) la negación, no la huida, la negación a ser identificados, cuando se produce el seguimiento y termina en un accidente de tránsito”.
Mayol reconoció que “después, a nivel social, se hablo de las explosiones (textual), de los disparos y gracias a dios se hizo todo rápido (...) se hizo todo lo de rigor, que no haya dudas porque se hizo todo lo que había que hacer”. La intendenta dijo, además, que “no fue echado” el empleado del Centro de Monitoreo que fue el primero en difundir, por las redes sociales, parte de los videos que daban cuenta de los disparos.
Agregó que “las imágenes fueron resguardadas y fueron entregadas a la Justicia el martes (21) a la mañana”. En fuentes judiciales se informó que la entrega se hizo 24 horas después del día señalado por la intendenta. Además, los empleados del Centro de Monitoreo denunciaron que recibieron amenazas por parte del detenido secretario de Seguridad. Las presiones fueron para evitar que continuaran las filtraciones.
La intendenta aseguró que recién tuvo conciencia plena de la masacre el martes 21 a las 7 de la mañana, cuando vio todas las imágenes registradas por las cámaras de seguridad. Ahora, ella admite que la versión de que los chicos vieron a policías manipulando droga “tiene asidero”.
En La Plata hoy marcharán los familiares de las víctimas, junto con organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos, para reclamar justicia.