La economía de Brasil se contrajo 0,2 por ciento en el primer trimestre del año. Se trata de la primera caída desde 2016. Así lo informó el centro de estadística brasileño. Este es el primer dato económico de la gestión de Jair Bolsonaro. Las políticas ortodoxas impulsadas por el ministro de Hacienda, Paulo Guedes, no fueron efectivas para consolidar la recuperación del mercado interno. La actividad económica de ese país había anotado una suba del 1,1 por ciento el año pasado.
“El país está parado. Después de la recesión, aún no tuvimos una recuperación. La población empobreció y no recupera sus ingresos. Si eso no es señal de depresión, no sé qué es”, dijo Affoso Celso Pastore, ex presidente del Banco Central brasileño y director de la consultora AC Pastore. El dato de caída del PIB se suma a otro indicador que el año pasado despertó luces de alerta. La tasa de desempleo, que había cerrado 2018 en 11,6 por ciento, subió al 12,7 por ciento en el primer trimestre de este año, reflejo de la débil actividad económica. La floja performance de la economía de Brasil genera otra fuente de tensiones para la economía argentina, en donde se anotan pérdidas del PIB de casi 7 puntos.