“¡Chau, Laderas! Señores gobernantes, por si no lo escucharon, lo repetimos: ¡Chau, Laderas!”, exclamó una de las referentes de la Asamblea por el Agua y la Tierra, que leyó ayer una suerte de manifiesto contra el emprendimiento empresario de Joe Lewis, el magnate inglés que pretende montar un aeropuerto, un centro de esquí y un barrio cerrado sobre una reserva de agua y un bosque nativo en el cerro Perito Moreno. El acto de cierre de una nueva marcha protagonizada por la comunidad de El Bolsón tuvo la magnitud de una pueblada. Tal como había sucedido en enero, ayer marchó más de la mitad de la población local, unas 13 mil personas. Fue un episodio más dentro de la larga serie de movilizaciones, cortes de ruta y festivales con que expresan desde hace años su rechazo. “La paciencia se agotó”, se dijo ayer bien entrada la tarde, cuando la marcha derivó en un abrazo colectivo alrededor del acampe, que ya lleva dos meses en una de las plazas del centro del municipio. “Estamos acá defendiendo la vida”, remataron.
Laderas SA, la empresa señalada en cada uno de los reclamos de la comunidad, ocupa el centro del conflicto desde que fue beneficiada a fines del año pasado con el loteo de las tierras sobre el cerro. Sin embargo, los vecinos la vienen denunciando desde hace por lo menos seis años, cuando ganó la primera licitación para las obras. La empresa figura a nombre de Maximiliano Mazza, cuñado de la mano derecha de Lewis en argentina, Nicolás Van Ditmar. La insistencia de los vecinos en mencionarla tiene que ver con que el magnate se cuida de aparecer vinculado al negocio. El presidente Mauricio Macri, en su primera conferencia del año, dijo que el emprendimiento pertenece a “un grupo de argentinos”, intentando despegar a su amigo.
En una sesión a puertas cerradas, el Consejo Deliberante de El Bolsón aprobó en diciembre del año pasado el loteo de las tierras firmado por el intendente, Bruno Pogliano, ex contador de Laderas. Los vecinos que se acercaron a protestar fueron reprimidos. La represión derivó en un corte de la Ruta Nacional 40, el establecimiento del acampe, la pueblada del siete de enero –marchó más de la mitad de la población, unas 13 mil personas– y la nacionalización del conflicto. Aún así, Pogliano apeló la semana pasada el fallo de la Cámara de Apelaciones de Bariloche, que había dado lugar a un amparo colectivo contra el negocio presentado por los vecinos. La decisión ahora quedó en manos de la Corte provincial, que cuenta en su haber con varios fallos desfavorables a Lewis, por lo que la Asamblea es optimista en cuanto a que el loteo sea impugnado.
“Estamos acá defendiendo el agua, defendiendo el mundo de nuestros hijos. Estamos los vecinos, estamos las asambleas, estamos las comunidades, estamos los centros de estudiantes, los sindicatos, la feria regional, las congregaciones, las organizaciones no gubernamentales, los partidos, todos con un mismo objetivo”, dijo ayer una de las referentes de la Asamblea. La definición describe tanto el variopinto número de sectores de la comunidad que está detrás del reclamo como los argumentos con que se objeta el negocio del magnate, que de concretarse afectará la principal reserva de agua de la zona.
Tras la marcha de ayer, la Asamblea tiene previsto presentarle en mano al gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek, una carta que contiene los cinco reclamos centrales de la comunidad. El más importante es la restitución al estado provincial de las 1500 hectáreas de tierras fiscales que Maximiliano Mazza, dueño de Laderas, compró violando las leyes provinciales. La venta está judicializada: Mazza se las compró a una mujer, Mirta Soria, quien las había recibido del Estado y se desprendió de las mismas antes de los cinco años de ocupación que exige la ley. La justicia ordenó en 2012 al Estado revertir la venta y reventa de las tierras y construir un Parque Provincial que resguarde los recursos naturales.
“¡Que se vaya Laderas del cerro Perito Moreno! Ya no los queremos, ni en el centro invernal, ni proponiendo loteos, ni como dueños de tierra robada, ni como concesionarios fraudulentos!”, dijeron ayer.
La cerrada defensa de Lewis que realizó Macri durante su primera conferencia de prensa del año, cuando lo calificó como “un empresario que eligió la argentina para vivir unos años” y que “da trabajo”, generaron malestar en la comunidad, que además le exige al magnate que abra el acceso público de Tacuifí que conduce al Lago Escondido. “No queremos más que las empresas tengan más derecho que los pobladores”, pidieron. Y reclamaron que en lugar de negocios, El Bolsón tenga “desagües, tratamiento de aguas, red de gas, tratamiento de residuos, espacios comunitarios, edificios escolares, la mejora de los dispensarios, la casa de la mujer y la regularización de los barrios”.