Poco después de reunirse con su “viejo y entrañable amigo” José “Pepe” Mujica en Montevideo, Alberto Fernández reiteró su disposición a competir con Sergio Massa en una PASO presidencial. Claro, solo falta que el líder del Frente Renovador se decida a dar el paso que sus militantes y más estrechos colaboradores le ruegan y le suplican que se sume a “la coalición amplia, federal y plural”, como dijo el jueves en el congreso partidario. En el Frente Patriótico, que conforman el peronismo y Unidad Ciudadana, no hay nerviosismo y si bien consideran que sería muy bueno que se sume Massa, advierten que mucho de sus legisladores, concejales, intendentes e incluso la militancia están saltando la tranquera y acercándose a la fórmula de les Fernández. Los colaboradores de Massa esperan que su todavía jefe política emita, durante el fin de semana, alguna señal sobre dónde jugará política y electoralmente.
Los colaboradores de Fernández esperan que Massa se decida pronto. En rigor tiene hasta el 12 de junio para hacerlo porque ese día se inscriben las alianzas. Pero los más apurados están en el Frente Renovador que consideran que cuanto más se demore la decisión menos posibilidades tendrán de poder discutir las listas de diputados o incluso las candidaturas en aquellos municipios que el massismo quiere continuar gobernando. “Cada día que pasa las acciones de Sergio valen menos y eso lo sabe su gente”, graficó uno de los colaboradores del precandidato del PJ-Unidad Ciudadana. Es más, las conversaciones con los operadores e intendentes del massismo ya se vienen realizando porque no quieren perder el tren de lo que por ahora se conoce como Frente Patriótico.
Esa presión no le es indiferente a Massa y anoche se especulaba que durante el fin de semana podría dar finalmente alguna señal sobre su futuro inmediato. Tanto sus colaboradores como los de Fernández consideran que de sumarse Massa le disputaría al binomio Fernández-Fernández la fórmula presidencial. Al líder del Frente Renovador no le interesa ser candidato a gobernador y mucho menos volver a ser diputado nacional.
Ayer, Alberto Fernández junto a Felipe Solá, Eduardo “Wado” De Pedro, Fernando “Chino” Navarro, Victor Santa María, Santiago Cafiero y Eduardo Valdés, cruzó hasta Uruguay para reunirse con el ex presidente José “Pepe” Mujica. A su “viejo amigo” le llevó un ejemplar, con dedicatoria incluida, de Sinceramente, el libro que escribió su compañera de fórmula Cristina Fernández de Kirchner.
Alberto viajó, ida y vuelta, en clase turista mientras en Buenos Aires crecían los rumores y especulaciones sobre lo que hará o dejará de hacer Massa. Durante el viaje, el precandidato presidencial recibió saludos y pedidos de fotos de varios pasajeros y también de los empleados del buque. Cuando Fernández llegó a la casa del ex presidente se fundieron en un largo abrazo. La charla fue extensa y mientras saborearon un whisky, Mujica le brindó toda su confianza y esperanza por un triunfo en octubre. Es más, le prometió ayudarlo a volver a recuperar la Patria Grande. Fernández sorprendió a los que lo acompañaron por la profunda amistad con Mujica pero sobre todo porque recordaba el nombre de los perros que tiene el ex presidente. Luego llegó el turno de una reunión con los parlamentarios del Mercosur que había organizado el ex canciller e integrante del Parlasur, Jorge Taiana. En el trayecto, mientras caminaban por las calles de la capital uruguaya, Fernández fue reconocido y nuevamente llegaron los pedidos de fotos y saludos. Se cruzó con un empresario de San Martín, provincia de Buenos Aires, quien le relató las penurias por la que atraviesa la actividad industrial. La última actividad de Fernández en Montevideo fue un encuentro en el Senado con el candidato presidencial del Frente Amplio, Daniel Martínez. Luego retomaron a Buenos Aires, otra vez clase turista.