En la semana que se va se cumplió un triste aniversario del calendario cultural de la Ciudad. Ya son oficialmente cinco los años que hace que no hay actividad en el Teatro Presidente Alvear, que supo ser el segundo en importancia entre los  teatros públicos de texto de la Capital Federal. A mediados de diciembre del año pasado, el director general del Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA), Jorge Telerman, había dicho que una vez finalizada la primera etapa de la obra que lo tiene paralizado se iniciarían actividades en el hall del lugar. En los últimos días el Ministerio de Cultura porteño confirmó a este diario la finalización de esa instancia, pero todavía no se registró ninguna actividad. La segunda etapa, según deslizaron desde la cartera cultural, tiene el proyecto diseñado, aunque “todavía no hay fecha de licitación”. 

“El objetivo es finalizar el proyecto en el segundo semestre de 2020”, dijeron desde el ministerio que conduce Enrique Avogadro a PáginaI12. El dato es curioso, teniendo en cuenta que hace apenas cinco meses el propio Telerman había respondido ante un pedido de informes de un legislador de la oposición que la finalización de obras estaba prevista para el segundo semestre pero de este año. En ese momento, también, el funcionario había estimado el presupuesto de la obra en $111.521.723,18, provenientes de la Subsecretaría de obras del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte. Al momento no hay información pública de cuál será el monto final, y si este atraso de un año supone partidas extras a esa proyección.

Si bien aún no se puede entrar a ver los cambios en el teatro ubicado en la Calle Corrientes, desde el ministerio aseguran que ya están listos los baños, el hall central, la vidriera, la zona de resguardo, y los vestuarios de los camarines. “Pronto estarán en funcionamiento la boletería, el café y el sistema de pantallas, y además está confirmado que este año habrá obras de sistemas contra incendios”, detallaron de la oficina de prensa de Avogadro. Este último detalle es central: en agosto pasado un incendio destruyó gran parte de la marquesina y el techo del teatro. En ese momento la respuesta de la comunidad cultural fue contundente: “Lo que se está incendiando con el Alvear es un modelo político, representando el fin de un ciclo que ya no puede apagar el incendio del proyecto global de gestión”. Parece que nada ha cambiado mucho de esa parte hasta hoy.