Las autoridades estadounidenses identificaron ayer al autor y las víctimas del tiroteo que tuvo lugar el viernes por la noche en Virginia. “Dewayne Craddock, de 40 años, fue el autor. Solo diremos su nombre una vez”, dijo el gestor municipal de Virginia Beach, Dave Hansen, en una rueda de prensa en la localidad estadounidense. Craddock entró el viernes a las oficinas municipales de la localidad de Virginia y con el uso de una pistola y un rifle mató a 12 personas y dejó otras cuatro heridas. El atacante, sin embargo, fue abatido por la policía que llegó al lugar.
Craddock era empleado desde hacía 15 años del Departamento de Obras Públicas de la ciudad y, según medios locales, estaba a punto de ser despedido. Otras informaciones de la zona apuntaron que el presunto autor del tiroteo tenía un pasado militar, aunque las fuentes oficiales no confirmaron ese detalle.
El jefe de la Policía de Virginia Beach, James Cervera, explicó que el sospechoso entró al edificio poco después de las 16.00 horas local y empezó a “disparar indiscriminadamente”. Las autoridades encontraron cuerpos en tres pisos diferentes del edificio y en el estacionamiento. Según Cervera, el atacante falleció después de enfrentarse a dos agentes que ingresaron al lugar. Entre los heridos se encuentra uno de los policías, que salvó su vida porque tenía puesto el chaleco antibalas. Cervera tampoco informó sobre cuánto duró tiroteo y pidió comprensión. “Se trata de una escena enorme”, consideró.
Por su parte, Hansen señaló que todas las víctimas mortales del tiroteo, excepto una, eran trabajadores de la ciudad. Hansen identificó a los once empleados municipales fallecidos como: Laquita Brown; Tara Gallagher; Mary Louise Gayle; Alexander Gusev; Katherine Nixon; Richard Nettleton; Christopher Kelly Rapp; Ryan Keith Cox; Jashua Hardy; Michelle Langer; y Robert Williams. Asimismo, el contratista que murió fue identificado como Herbert Snelling.
Pese al elevado número de víctimas, el tiroteo en Virginia Beach no está entre los más mortíferos de la historia de Estados Unidos. El peor de ellos tuvo lugar en Las Vegas, Nevada, el 1 de octubre de 2017 cuando un hombre abrió fuego desde la habitación de un hotel contra una multitud que asistía a un concierto matando a 58 personas antes de acabar con su vida.