Tuvieron que pasar más de diez elecciones para que Cambiemos pueda cantar victoria en algún lugar del país este año. Sucedió ayer en Corrientes, en unos comicios donde no se eligió gobernador sino sólo legisladores provinciales. El oficialismo provincial se adjudicó el triunfo apenas cerró la votación. “¡Gracias Corrientes! ¡Ganó ECO!”, subieron a las redes sociales el gobernador radical Gustavo Valdés y sus candidatos a las 18, adelantándose a la gran diferencia que confirmarían los primeros datos del lento escrutinio, dado que el peronismo local dio por perdida la elección de antemano al ir repartido en varias listas. “Ganamos por más de 40 puntos”, celebró después Valdés, por la noche, rodeado de sus candidatos, e incluyó entre los agradecimientos al “gobierno de la Nación Argentina por lo que está haciendo por Corrientes”. Al cierre de esta edición, la alianza radical obtenía el 60,6 por ciento de los votos contra el 18,8 por ciento del Frente para la Victoria, la lista del kirchnerismo que, lejísimo, quedaba segunda.
Desde hace varios años, fruto de las intervenciones federales, Corrientes –igual que Santiago del Estero– elige su gobernador en turnos diferentes al resto de las provincias. En 2017, en la elección a gobernador, Valdés fue electo con el 54 por ciento y en esta ocasión, su primer examen electoral, se puso la campaña al hombro con la intención de superar ese número, con el objetivo de convertirse en un referente de la UCR a nivel nacional. Según los primeros datos del comicio convocado para elegir 5 senadores y 25 diputados provinciales y concejales en 53 municipios, lo conseguía con holgura. En la reciente convención radical, Valdés se alineó del lado de los dirigentes radicales que votó a favor de la permanencia en Cambiemos y el apoyo a la candidatura de Mauricio Macri.
El triunfo estaba fuera de discusión. Encuentro por Corrientes (ECO) viene ganando desde 2001 todas las elecciones en la provincia. Se trata de una alianza de 26 fuerzas encabezadas por la UCR. De hecho, el primer candidato a diputado, Pedro Cassani, pertenecía al aliado Encuentro Liberal, un partido tradicional en la conservadora provincia de Corrientes. La lista de senadores la encabezó Enrique Vaz Torres, quien durante las dos gestiones de Ricardo Colombi fue ministro de Hacienda provincial, cargo del que fue desplazado en noviembre pasado. En los últimos días de campaña pasó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a mostrarse junto a algunos candidatos y prometer ayuda a la provincia más postergada del país. Según el Indec, la pobreza es del 49,3 por ciento.
En cambio, el PJ quedó golpeado luego de las elecciones de 2017, cuando fue unido y tenía esperanzas de ganar. Y no sólo perdió la gobernación sino también los importantes municipios de Capital y Goya. A partir de entonces se conversó varias veces la posibilidad de ir a internas para dirimir la nueva conducción y las candidaturas, pero el tiempo fue pasando hasta que Valdés convocó a las elecciones para junio y ya no quedó margen. La forma de resolver la interna fue ir dividido en varias listas de legisladores, dando como un hecho la derrota.
La mayor parte del peronismo provincial se encolumnó en el Frente para la Victoria con la conducción del ex senador e intendente capitalino Fabián Ríos y el aval del senador Camau Espínola. Pero Nito Artaza armó la lista Avancemos con el presidente del PJ correntino y ex intendente de Goya, Gerardo Bassi. También un grupo de intendentes del interior provincial propusieron la Unidad Correntina. A todas les fue bastante mal.
“Me cabe en lo personal la autocrítica”, decía anoche Fabián Ríos, que intentó traccionar la boleta del FpV yendo como candidato a concejal en la capital. Prometió ponerse a trabajar a partir de hoy para que el peronismo vaya unido en octubre para ayudar a que gane la boleta Alberto Fernández-Cristina Kirchner a nivel nacional. “Debemos convertirnos en los representantes del pueblo de Corrientes, que hoy no tiene voz”, sostuvo a su lado el candidato a senador Martín Barrionuevo. Las quejas de la oposición pasaban por el lado del sistema electoral que permite que se presenten infinita cantidad de listas que terminan sumando a un mismo candidato, como hizo el oficialismo. También al reparto de ayuda de tipo clientelar, que calificaron como “escandaloso” en las últimas horas en los barrios de la capital. Además, el casi nulo acceso a los medios provinciales que se produce como consecuencia del reparto de la pauta oficial.
Con el 37 por ciento de las mesas escrutadas, la lista del FpV obtenía el 18,8 por ciento, la boleta Unidad Correntina de los intendentes arañaba el 9 por ciento y la lista de Nito Artaza –alineado con Sergio Massa– apenas si superaba el 5 por ciento.