Maradona, se sabe, está siendo sometido a una cura de sueño durante cuatro días. Dejémoslo que duerma, que sueñe, como cuando cumplió su sueño de pibe y ganó el Mundial que tanto deseaba y de esa manera, claro está, también nos regaló a nosotros de ser campeones con él. En su honor, con todo respeto, parodiando a ese gran tema de Spinetta, elevemos la plegaria para un Diego dormido.
Plegaria para un Diego dormido
por favor que nadie le haga ruido.
Que ronque más que un oso con asma,
sin parar
Morla muy atento estará.
Que nadie altere el sueño del Diego
donde el mundo es una number five.
El va a soñar
que los que la tienen adentro no molestarán,
que con sus hijas él se amigará.
Se ríe el Diego dormido,
quizás se sienta barrilete cósmico
gambeteando a cinco ingleses una vez más,
a Shilton otra vez vacunará.
Que nadie, nadie, despierte al Diego
déjenlo que siga soñando felicidad,
reconociendo hijos sin cesar,
las tortugas no se le escaparán.
Se ríe el Diego dormido,
quizás se sienta Pelusa otra vez
jugando en un potrero de Fiorito
o como cebollita en La Paternal
o con la Tota y Don Diego en su hogar.
Plegaria para un Diego dormido,
quizás sueñe que Coppola es otra vez su amigo
y que el Napoli lo vuelve a contratar,
que la Doce su nombre coreará.
Que hiberne el Diego tranquilo,
su sueño Claudia no lo alterará.
La Mano de Dios lo protegerá,
la pelota jamás se manchará.