El primer ministro de Corea del Norte, Kim Jong Un, lanzó un misil balístico de prueba en la costa este de la península coreana, en un claro mensaje contra el presidente norteamericano Donald Trump y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, quienes se reunieron ayer en la Casa Blanca para debatir sobre la posición de Estados Unidos en Asia y dirimir qué acciones tomar contra el polémico ministro coreano.
"Nuestra evaluación es que es parte de una demostración de fuerza en respuesta a la línea dura de la nueva administración de Estados Unidos contra el Norte (Corea del Norte)", agregó el Mando Conjunto surcoreano.
Pyongyang no protagonizaba ninguna de sus habituales provocaciones militares desde octubre del año pasado y muchos especialistas señalan que se trató de una señal de cautela ante la asunción de Trump, un presidente que hasta ayer no había develado claramente su política hacia Corea del Norte. Sin embargo, la visita de Abe a la Casa Blanca despertó la ira de Kim Jong Un. Después de una jornada de golf en la propiedad del magnate norteamericano, ambos mandatarios hablaron con la prensa y reclamaron a Pyongyang que acabe con sus provocaciones.
El primer ministro japonés, que llevó la voz cantante de la comparecencia, calificó entonces al ensayo de "intolerable" y pidió al régimen de Kim Jong Un que cumpla las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que le prohíben el desarrollo nuclear militar y limitan la tecnología de misiles.
Trump, por su parte, se limitó a asegurar de manera escueta que Estados Unidos está al "cien por cien” con su aliado japonés, en lo que ha sido de momento la única respuesta oficial de Washington al nuevo lanzamiento. Ninguno de los dos mandatarios especificaron si buscaran nuevas sanciones internacionales o unilaterales contra Corea del Norte.
La reciente etapa de tranquilidad en la península de Corea solo se había visto alterada por el mensaje de Año Nuevo del líder norcoreano, Kim Jong Un, que afirmó que los misiles experimentales de alcance intercontinental norcoreanos estaban en la "fase final" de su desarrollo. A pesar de las duras sanciones impuestas por la ONU por su programa nuclear y de tecnología de misiles, el ejército norcoreano lanzó solo en 2016 un total de 20 misiles balísticos, tanto de medio o como corto alcance.
La Unión Europea también criticó el “provocador e inaceptable” lanzamiento y aseguró que estudiará una respuesta junto a la comunidad internacional. "La reiterada indiferencia de Corea del Norte a sus obligaciones internacionales es provocadora e inaceptable. Corea del Norte debe parar todos los lanzamientos con tecnología de misiles balísticos" y abandonar ese programa militar "de una vez por todas" de forma "absoluta, verificable e irreversible", indicó la UE en un comunicado.