Después de 35 años, la Facultad de Ingeniería de la UBA inició un proceso de reforma de los planes de estudios de sus carreras y también de su estructura académica. El objetivo es múltiple: cambiar el currículo de las doce carreras y generar una estrategia de integración, con la redefinición de materias comunes y básicas; reducir la duración de las carreras; rediscutir el perfil del egresado; además de analizar la creación de nuevas carreras. La reforma ya comenzó a debatirse, con la participación de profesores y estudiantes, en el marco del Plan 2020 que aprobó la facultad. La idea es que para fines del año que viene esté listo el nuevo régimen.
Según explicó a PáginaI12 el decano Alejandro Martínez, la necesidad de actualizar los planes de estudios y la estructura académica “tiene que ver con el momento que vivimos, de cambio de era, de cuarta revolución industrial”. La iniciativa apunta –dijo– “no sólo a actualizarse frente a los nuevos desafíos que los ingenieros deben y deberán enfrentar en el futuro próximo, sino a generar todos los proyectos que nos permitan mejorar el uso de nuestros recursos con el fin de estar a la vanguardia de la enseñanza”.
En principio, la apertura del debate y la reforma cuenta con apoyo estudiantil. “Nos pusimos de acuerdo con los profesores y la gestión de la facultad para encarar esto. Estamos empezando el proceso de armar los nuevos planes de estudios”, señaló Matías Onorato (MLI), presidente del centro de estudiantes de la Fiuba.
- Comunes. El Plan 2020 establece que “hay amplio acuerdo en no disminuir la oferta” y en trabajar a partir de las carreras actuales para “consolidarlas, revisarlas y mejorarlas”. Bajo ese diagnóstico se propone crear materias comunes para las doce carreras de Ingeniería, evitando así duplicaciones, incluso en las asignaturas electivas. “Estamos planteando hacer una única materia para toda la facultad: todos los alumnos confluyendo en una única materia”, contó el decano.
- Electivas. El plan también contempla ofrecer los contenidos obligatorios en la menor cantidad de materias posible, para dejar un margen mayor a las materias electivas, según los intereses de los estudiantes.
- Perfil. Sobre el perfil de los graduados de Ingeniería, el decano aseguró que es necesario que “nuestro egresado siga caracterizándose por ser una persona sólida en los conocimientos básicos”. Y agregó: “Nuestro ingeniero es más de ‘banda ancha’, tiene más base. Nuestro perfil de ingeniero es ese y en el ámbito profesional están desaprovechados muchas veces”. El plan destaca que “los perfiles deberían adecuarse a las demandas actuales y potenciales (previstas a futuro), que puede ser en empresas desarrolladoras de alta tecnología como Invap, grupos empresarios transnacionales, Pymes, sector público, y algunos en docencia, investigación”.
- Duración. La reforma intenta atender una vieja demanda: abreviar la duración de las carreras. “Pensamos carreras para una duración y el alumno muchas veces tarda el 60 o 70 por ciento más. Es decir, tarda 8 o 9 años (mientras los planes de estudios prevén 6 años). Eso da cuenta de un sistema que no funciona –planteó Martínez–. Queremos un diseño más realista, que el alumno pueda cumplir. Porque no puede ser que el promedio sea ese.” En el mismo sentido se expresó el presidente del centro estudiantil, Onorato: “Es un deber de la facultad que los estudiantes se reciban en tiempo y forma y que no dejen la carrera. La deserción es altísima, muchas veces por cuestiones relacionadas con la carga horaria, con cómo se distribuyen las materias y cómo se evalúa”.
- Habilidades. La propuesta prevé desarrollar habilidades y competencias “blandas”, necesarias para las nuevas formas de trabajo y desarrollos productivos. Algunas de ellas serían: integrarse en proyectos interdisciplinarios, en equipos multidisciplinarios y en entornos multilingües; comprender contextos sociales y económicos; desarrollar habilidades comunicacionales e interpersonales, entre otras. “Queremos mejorar habilidades como las actitudinales y comunicacionales, por ejemplo el trabajo en equipo y la interdisciplinariedad. En todas las materias podemos practicar eso”, explicó Martínez.
- Nuevas carreras. “En ese capítulo, nuestro objetivo es menos ambicioso –precisó Martínez–. No apuntamos a empezar con nuevas carreras ya, sino por lo menos tener un documento con el que la Facultad de Ingeniería en el 2020 se exprese en función del futuro, sobre qué títulos tendríamos que tener. Y después, con el tiempo, se irán generando.”