Ella cuenta con toda naturalidad que su mamá es abogada y lleva la causa del abuelo Emilio y el tío Guillermo. Ella al igual que él, saben (porque desde que nacieron forma su cotidianeidad) que su papá y su mamá son parte de una lucha que los trasciende, una lucha colectiva, para que los verdugos de nuestro pueblo no queden impunes.
Ellos saben que en nuestro país hubo un golpe de estado que secuestró, torturó y asesino a miles de compañeros y compañeras, entre los que estaba su abuelo. Ellos saben que hubo presos y presas políticas y que su abuela María Eugenia y su abuelo Hugo pasaron años presos y su papá nació en cautiverio.
Ellos hablan con toda naturalidad con los hijos e hijas de mis compañeros y compañeras sobre sus abuelos que no están.
Hace un tiempo estábamos en el auto. Atrás iban "ellos" con dos niños más (hijos de mis queridos compañeros) y charlaban sobre todo lo que no hubiera sucedido en sus vidas si sus abuelos no estuvieran desaparecidos, a quién no hubieran conocido, que afecto no tendrían, cómo esa terrible ausencia también les había traído cosas buenas en su vida. Con Juane cruzamos una mirada en silencio, no era fácil de escuchar, al menos para mí, pero al mismo tiempo era hermoso...
En la Plaza de las Madres hace poco anduvieron juntando firmas por los derechos de los niños, y quise soñar que es una muestra de que ya aprendieron que las cosas se construyen y modifican en conjunto, y que ese conjunto se elije.
Ellos saben que ese juicio tan esperado comenzó, y yo quiero que sepan que dentro de poco tiempo, un tribunal de su país se pronunciará sobre lo que nunca debería haber sucedido (que mis hijos crezcan sin su abuelo). Que ese tribunal dirá que esos delitos se cometieron y que hay responsables.
Para poder mirarlos a los ojos y poder sostener esas hermosas y profundas miradas que hay del otro lado necesité y necesito poner el cuerpo en esta lucha junto a mi compañero, sabiendo siempre que nunca estamos solos, sintiendo la presencia y las enseñanzas de tantos compañeros y compañeras, algunos que ya no están pero que nos dejaron tanto, tanto... Las Madres a la cabeza marcándonos siempre el camino, con su amor y voluntad inquebrantable.
Estamos escribiendo una página en la historia de nuestra familia, y sumando un granito de arena a esa pelea que nos une a lo largo y ancho de todo el país.
Antes de empezar a militar en HIJOS, siempre recuerdo que Eduardo Toniolli me dio sin saberlo la primera lección de lo que HIJOS era. Cuando hable con él, hace ya muchos años, para ver si quería ser querellante en la causa que investigaba el secuestro de su papa, él me respondió: Sí, yo quiero ser querellante. Pero no solo individualmente, esto lo vamos a tomar con mis compañeros y compañeras y lo vamos a trabajar y militar colectivamente. Me citaron a una reunión en la que estaban todos (ahí los conocí) en el MEDH y me acribillaron a preguntas. Luego de eso, Eduardo fue querellante y hoy la sentencia Guerrieri está firme y andamos transitando la tercera etapa.
El Cholo José María Budassi, un compañero inmenso, que es uno de esos que tanto nos dejó y que se nos fue hace muy poquito, (todavía esta ahí su agujero sin cicatrizar), uno de los tantos que está dándonos fuerzas en cada audiencia, utilizaba siempre esa hermosa frase de Paco Urondo: "Arderá la memoria hasta que todo sea como lo soñamos". En estos tiempos tan difíciles, cuesta creer que todo será como lo soñamos, pero sí que la memoria arderá y arderá y no podrán apagarla. Ellos: Juana y Pedro mantendrán viva la llama junto con tantos otros y otras que están siendo criados en los valores de la memoria, la verdad y la justicia.
*Abogada, militante de HIJOS, querellante en causas por delitos de lesa humanidad, compañera de Juane Basso, con quienes son padres de Juana y Pedro. Juane es el hijo de Emlio Feresín, cuya desaparición es objeto de la causa que se lleva adelante en Santa Fe contra cinco represores.