Pablo Iglesias se impuso con claridad a los rivales internos que amenazaban su liderazgo en Podemos y seguirá al frente del partido de izquierda español surgido en 2014 al calor de las protestas de los “indignados”. El politólogo de 38 años, fundador y secretario general de Podemos, había advertido que dejaría el cargo si perdía ante su "número dos" y antiguo amigo, Iñigo Errejón, en la asamblea ciudadana del partido celebrada este fin de semana en Madrid y convertida en un tenso plebiscito a todo o nada entre ambos.
Iglesias obtuvo un 89 por ciento de apoyo de las bases como secretario general y un 60 por ciento para su lista de candidatos a la cúpula del partido que tiene la tercera mayor bancada en el Congreso español. "Esta asamblea nos ha dado una orden: unidad y humildad. Y la vamos a cumplir", dijo el secretario general después de que se anunciaran los resultados.
"¡El viento del cambio sigue soplando!", arengó, ante lo que los 8000 asistentes al Palacio de Vistalegre de Madrid, escenario de la asamblea fundacional de Podemos en 2014, respondieron con un: "¡Sí se puede!".
Errejón, por su parte, se puso a las órdenes del partido, pero en su discurso pidió evitar revanchas y división: "Estoy convencido de que va a prevalecer la sabiduría de que somos más fuertes cuando integramos", dijo el también politólogo de 33 años, que confió en que se actúe con "responsabilidad" y respeto a la "pluralidad".
La victoria de Iglesias tiene su impacto a medio plazo en los otros tres principales partidos del Parlamento: los conservadores del Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, los socialistas del PSOE y los liberales de Ciudadanos. Mientras la estrategia de Iglesias se centra en hacer una oposición inflexible contra lo que considera una "gran coalición" entre PP, PSOE y Ciudadanos, Errejón apostaba por una vía más moderada y pragmática que incluyera tejer alianzas parlamentarias con otras fuerzas.
El cónclave terminó con un frío abrazo entre ambos y la imagen de Iglesias cantando junto a otros líderes fieles como Irene Montero o Rafael Mayoral mientras que Errejón se mantuvo apartado.
Ahora quedó claro el liderazgo de tres de los partidos más fuertes en el Parlamento: además de Iglesias, también Rajoy fue reelegido este fin de semana como presidente del PP, mientras que Albert Rivera fue revalidado hace una semana al frente de Ciudadanos. Los socialistas del PSOE, que atraviesan su peor crisis histórica y se encuentran divididos y dirigidos por una gestora transitoria, deben esperar aún a sus primarias en mayo para definir a su nuevo secretario general.