El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su par chino, Xi Jinping, rechazaron ayer una posible intervención militar en Venezuela, al tiempo instaron al diálogo. Pero en el encuentro bilateral ambos mandatarios no sólo reflexionaron sobre la situación en el país caribeño sino que también lanzaron una contraofensiva al presidente de Estados Unidos. En respuesta a la guerra comercial declarada por Donald Trump al gigante asiático, las dos potencias reunidas ayer afirmaron que harían frente con nuevas medidas a las restricciones a las exportaciones, en particular de altas tecnologías.
La declaración conjunta emitida al término de las negociaciones entre Putin y Xi, llama a todas las partes implicadas en el conflicto venezolano a apoyar una solución pacífica y repudia una posible intervención militar. “Seguimos atentamente el desarrollo de los acontecimientos en Venezuela y llamamos a todas las partes a cumplir con la Carta de la ONU, así como las normas del derecho internacional y las relaciones entre los Estados”, agrega el documento. Los mandatarios también abordaron la crisis Irán y de Corea del Norte.
Xi, que inició ayer su primera visita de Estado a este país desde que fuera reelegido líder del gigante asiático, fue recibido con todos los honores en el Palacio del Kremlin. Los dos se congratularon de que en los últimos años las relaciones bilaterales hayan alcanzado unos niveles “sin precedentes” en su historia y pusieron como ejemplo que los intercambios comerciales superaran ya la barrera de los 108.000 millones de dólares anuales. “Paso a paso hemos sabido llevar nuestras relaciones al más alto nivel de su historia. No hay límites para la profundización de nuestras relaciones. Serán sólo mejores y mejores”, comentó Xi.