Suiza aprobó en un referéndum facilitar a nietos de migrantes residentes en el país y menores de 25 años la obtención de la ciudadanía. Con un 60,4 por ciento de votos y una aplastante mayoría de cantones (comunas), los suizos aprobaron la reforma, apoyada por la izquierda y buena parte de la opinión pública. Sólo siete cantones de habla alemana rechazaron la nacionalización facilitada sobre un total de 26, según sondeos publicados por el instituto de estudios gfs.bern. En concreto, cerca de 25000 jóvenes podrán, si lo desean, solicitar la naturalización. Entre otros requisitos, la reforma incluye a menores de 25 años nacidos en Suiza, con escolarización de al menos cinco años y que tengan un permiso de residencia válido. Además, uno de sus padres deberá haber vivido en la Confederación por al menos diez años, haber estado escolarizado cinco años y haber tenido permiso de residencia válido.
El proceso se igualaría al de los cónyuges de ciudadanos helvéticos, que es mucho más rápido. Para el gobierno, “esos jóvenes extranjeros pasaron toda su vida en Suiza y deben, por lo tanto, poder adquirir la nacionalidad de forma más sencilla”, porque “su patria es Suiza”. Los potenciales beneficiados del proceso simplificado son jóvenes de Italia, Turquía y los Balcanes y, en menor medida, españoles. Gran parte de los partidos suizos respaldaron la decisión popular que brindará a las autoridades federales la competencia de atribuir la nacionalidad a extranjeros de tercera generación, para acortar el proceso y hacerlo menos costoso.
La Unión Democrática de Centro (UDC), partido de derecha con una de las bancadas más importantes en la Cámara baja, se opuso al texto durante la campaña y alertó contra la superpoblación extranjera y el aumento masivo de musulmanes. Uno de sus diputados, Jean-Luc Addor, reconoció ayer su derrota. “Estábamos solos contra todos. Me temo que el problema del islam nos alcanzará en algunos años”, declaró a la cadena de noticias local RTS.