El repudio al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se hizo escuchar ayer en Plaza de Mayo. Movimientos sociales, sindicatos, referentes y partidos políticos, movimientos culturales y de derechos humanos, y ciudadanos brasileños y argentinos contados de a cientos, gritaron: “¡Tu odio no es bienvenido aquí!”, en el festival organizado para rechazar la visita de Estado del mandatario ultraderechista en Buenos Aires.
“Queremos que la gente sepa que este tipo no nos representa. Brasil es mucho más que Jair Bolsonaro”, dijo Daniella Novo a PáginaI12. “Los discursos de Bolsonaro son peligrosísimos porque dan derecho a los que piensan como él a actuar en consecuencia. Con el discurso de odio las personas se sienten con derecho de aplicar el odio, de usar el odio, de vivir el odio y no queremos eso, queremos ser libres”, sentenció la brasileña y le pasa la lata de cerveza –“más fría que el corazón de Macri”, como dijo un vendedor– a su marido, docente de la Universidad Federal de Sergipe (noreste del país). “Estamos en medio de una pelea muy grande, especialmente con las universidades. Dice que tienen que cerrar los cursos, especialmente de ciencias sociales y yo provengo de las ciencias sociales. Estamos sufriendo un ataque muy grande. Venimos a protestar contra esto”, afirmó Fernando Almeida, un arqueólogo que llegó a La Plata a hacer un postdoctorado, quien dice que le duelen particularmente los discursos del ultraderechista en los que ataca a las minorías indígenas. Almeida sostiene un cartel en el que se lee: “Más libros, menos armas”.
Los gritos de “Ele nao” (él no) y “Fora Bolsonaro” (fuera Bolsonaro) se mezclaban con los reclamos de libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva y de justicia por el asesinato de la concejala carioca Marielle Franco. El cántico usualmente utilizado para repudiar a Macri, fue reciclado para cantarle a Bolsonaro y se intercalaba con uno en portugués: “Ay ay ay ay Bolsonaro é o caralho”. “Sería algo así como que Bolsonaro se vaya al carajo”, tradujo Lucas Suárez, estudiante brasileño de medicina. “Estamos acá argentinos y brasileños luchando contra Bolsonaro y Macri. Decimos: él no y Macri, tampoco”, dijo el oriundo de Florianópolis.
“Nos llena de vergüenza e indignación no sólo por el odio que manifiesta cuando habla sobre las mujeres, les afrodescendientes, las lesbianas, las tortas, las travas, los gays, los putos, las maricas, les cuerpes disidentes, les migrantes y al pueblo trabajador en general. Sino porque vemos que su gobierno está llevando a nuestro país hermano al peor de los futuros posibles”, leyeron las presentadoras al inicio del festival. En el acto se reprodujo una compilación de los dichos más resonados del mandatario, como el que pronunció en abril del 2017, cuando afirmó: “Los negros no sirven ni para reproducirse” o cuando le dijo a una diputada que no merecía que él la violara. Los discursos de repudio a Bolsonaro también llegaban desde una cuadra más abajo, en Perú y Avenida de Mayo, donde las agrupaciones de izquierda organizaron su acto contra Bolsonaro.
En el festival se fueron intercalando bandas brasileñas y locales con discursos. Una de las primeras en tomar la palabra fue Nora Cortiñas. “Le decimos a Bolsonaro que es un indeseable”, disparó la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, al tiempo que arengó al público a gritar “Lula libre”. “Fuera Bolsonaro, viva la libertad de los pueblos, la libre determinación y luchar porque tengamos libertad”, concluyó.
Otro de los dirigentes en subirse al escenario fue el senador Pino Solanas, quien, en tono electoral, abogó por la unidad para derrotar al neoliberalismo en la región. “Esta amenaza a la unidad de la Patria Grande, que es el objetivo de la política reaccionaria en nuestro continente, le tenemos que contestar con una gran unidad popular. Por eso las elecciones de octubre en Argentina son un momento estratégico clave. Hay que derrotar a Cambiemos y su modelo neoliberal con una montaña de votos. Triunfar en Argentina –afirmó– es derrotar también a Bolsonaro”.
En la plaza quedó claro que, a pesar de que Macri lo recibiera en la Casa Rosada, el pueblo argentino no le daba la bienvenida al ultraderechista. Así lo resumió Juan Pablo Ares, de la agrupación ZONA de la Federación Argentina LGBT: “Es importante visibilizar el repudio a un presidente de esa calaña y que quede claro que el pueblo argentino, que ha tenido y ha conquistado derechos muy importantes para nuestra comunidad, no va a aceptar que sus discursos xenófobos, racistas, homofóbicos, discriminatorios y violentos sean algo de uso común en nuestro país”.
Informe: Bianca Di Santi.