Por ser el candidato del oficialismo, y por convicción y estilo, Pablo Javkin elige no retrucar las estocadas de sus adversarios en la carrera por la intendencia de Rosario, la primera desde 1989 que no tiene un socialista entre sus candidatos. O casi. Porque en el medio le tira algún palo a Roy López Molina donde más le duele, y lo deja en evidencia a Roberto Sukerman. En diálogo con Rosario/12, se concentra en sus leit motiv de campaña: "Unir para cerrar la grieta", y "Ordenar la ciudad". Esto y reforzar la política social para las primeras infancia y juventud, serán sus prioridades en caso de ser electo como sucesor de Mónica Fein.
-¿La palabra "unir" como verbo de campaña es idea tuya?
-Hoy hay un debate sobre las consecuencias de la grieta y merece una respuesta. Bajar los niveles de violencia en general, y la política tiene un rol en eso. Una cosa es la violencia del crimen organizado, otra cosa es que no se pueda cruzar con un cochecito de bebé en una esquina. Hay que intervenir en eso. Rosario tiene que recuperar su amabilidad, su consideración por el otro. Parece una pavada pero es un factor que luego desencadena consecuencias peores.
-Ese "no registro del otro" acaso sea una condición cultural e inevitable de una urbe de 1 millón de habitantes.
-No creo en eso. Los rosarinos podemos ser los más respetuosos, hay que animarse a discutir esa cultura que no considera al otro y el municipio puede hacerlo porque es el más cercano en el territorio.
"El Frente necesitaba renovarse. Lo hicimos y eso revalidó la expectativa para ir por los desafíos que faltan".
-¿Cómo resulta ser el candidato oficialista y recibir críticas desde tres flancos?
-En el debate utilicé todo mi tiempo en hacer propuestas para aprovechar el tiempo disponible. Al escuchar las cosas que dijeron para cuestionarnos y mirar el país después de que gobernaron los partidos que representan a Sukerman y a López Molina podría hablar durante siete debates. Las soluciones por delante las haremos con nuestra fuerza como Rosario, como Santa Fe, no alineadas a candidaturas nacionales. Rosario nunca creció por estar en sintonía con un gobierno nacional y por eso sé que la mayoría votará por la alternativa más rosarina que hay.
-López Molina te calificó como un caballo de Troya con socialistas adentro.
-Yo soy candidato del Frente porque competí por segunda vez en una interna abierta donde todos los rosarinos eligieron. Nunca tendré vergüenza de la fuerza donde pertenezco, ni sacaré su nombre de mis carteles, ni dejaré de nombrar a un Presidente porque no me conviene. En 2015, Roy usó 55 veces el apellido Macri. Hay que mirar la película, no una fotito. Yo siempre me sometí a elecciones abiertas y si esta vez gané es porque la mayoría vio en mí una mejor opción. Lo mejor que pueden hacer entonces es respetar el voto de la gente.
-¿Confiás en encuestas? Porque pronostican que Sukerman emparejó la elección e incluso algunas lo dan vencedor.
-Shimon Peres decía que son como el perfume: se huelen pero no se toman. Son dos elecciones parejas entre el FPCS y el peronismo. Ese es el escenario y estoy confiado en que tenemos muchas posibilidades de ganar. La gente es la que vota.
-¿Quién es el votante que desde las Paso a las generales reorientará el voto y te elegirá?
-El FPCS siempre es una opción y fue la más votada. No me gusta el cálculo aritmético y ver si le saco votos a alguien y le ofrezco un cargo, así condiciona el voto... no creo en eso. Hay que conquistar el voto con la historia de cada uno y con propuestas, no con tácticas.
-¿Lo decís por el ofrecimiento de Sukerman a Miguel Cappiello y a Ciudad Futura? Vos también insinuaste hacer un gobierno abierto.
-Tengo en claro que es tiempo de que gobernemos con todos, incorporar a los mejores varones y mujeres, pero jamás a diez días de una elección le ofrecería un cargo a otra fuerza u otro dirigente, sería irrespetuoso con mi propia fuerza. Si uno quiere gobernar con otro, lo primero por hacer es respetar a ese otro. Son picardías que dañan lo necesario, discutir políticas de fondo, no repartir carguitos.
"La clave es generar acuerdos aún en el disenso y la ciudad debe resolver eso. Esa es la cultura a generar".
-El próximo intendente probablemente tenga 6 de cada diez, o más vecinos, que no lo habrán votado. ¿Cómo será gobernar así?
-Bueno, venimos de un escenario de 7 de cada diez. Salvo cuando hay ballotage, no hay mayorías absolutas y es lógico. La sociedad está más fragmentada, tiene diversas representaciones. La clave es generar acuerdos aún en el disenso y la ciudad debe resolver eso. Esa es la cultura a generar, la otra no sirve. La cultura de la grieta sirve para colonizar, motivar a los propios, pero para gobernar no tiene efectividad.
-¿Cuánto margen presupuestario hay para las 115 propuestas y obras de tu plataforma de gobierno?
-Firmamos un acuerdo con Bonfatti de lo que haremos provincia y ciudad en obras e inversiones en el próximo período, casi 40 puntos. Además, hay muchas acciones que no son económicas, como el trabajo en red sobre problemáticas de infancia, de adicciones. El rol del Estado es vincular eso, las inversiones públicas deben multiplicarse con las asociaciones que trabajan cada tema, eso no necesita dinero, es gestión. La unificación de las funciones de los cuerpos de control, la facilitación del régimen de habilitaciones tampoco. El intendente debe pensar en el desarrollo futuro de Rosario y ahí hay que buscar financiamiento internacional, acordar la vuelta del ferrocarril. Aspiro que alguna vez Argentina tenga gobiernos razonables que reconozcan el rol de Rosario en el país.
-¿Quién querés que sea el próximo Presidente?
-Me encantaría que hubiera una opción razonable que me saque de la pelea de grieta que se da, pero faltan pocos días y no la veo.
-Si ganás, ¿cuáles serán los primeros ejes de gestión?
-Ordenar la ciudad, trabajar mucho en la presencia del Estado en la calle y en la afirmación de las reglas, sobre cómo nos comportamos en relación al otro. La segunda prioridad es cuidar a los pibes. Reorientar recursos para la primera infancia y la primera juventud, reforzar aún más la experiencia del Nueva Oportunidad con más instituciones.
-Al priorizar el orden compartís un valor que también usa Perotti.
-A nivel municipal el orden está muy ligado a las reglas que uno fija en la calle. Veo una demanda de un Estado más activo en eso, hay situaciones con las que convivimos y que no debemos aceptar, y no es solamente el delito. El vandalismo al mobiliario público, estacionar en doble fila, el comportamiento con otro en una esquina, a esas situaciones me refiero.
-En el debate alguien prometió bajar el precio del boleto, exenciones del DREI...
-Sí, escuché a Sukerman decir que sacará el DREI a 40.000 cuentas, y la Municipalidad tiene 35.000 cuentas. Escuché que bajaría 5 pesos el boleto del colectivo, y me encantaría. Hice una propuesta que es algo como eso, el trasbordo gratuito, pero hasta acá lo cierto es que nos vamos quedando cada vez más sin subsidios. Yo trato de proponer cosas que puedo hacer.
-¿Hasta dónde te hacés cargo de la gestión del FPCS?
-Tengo un montón de cosas para defender, en gobiernos del FPCS y antes también, en planificación urbana, espacio público, desarrollo de salud pública, inquietudes culturales, promoción de economía social. Hoy hay una agenda nueva, nueva demanda, y con la misma filosofía hay que encararla.