En una ruidosa pero minúscula concentración convocada por los grupos antiderechos, el médico ginecólogo Leandro Rodríguez Lastra fue declarado “héroe nacional” por haberle negado el derecho a un aborto legal a una joven de 19 años que había sido víctima de una violación. Rodríguez Lastra, condenado por incumplimiento de los deberes de funcionario público por el juez de Cipolletti Alvaro Meynet, habló ante cientos de personas que lo ovacionaron como si fuera una estrella del rock. El ginecólogo sostuvo que la diputada provincial Marta Milesi, que impulsó la denuncia en su contra, “manipuló a la Justicia”. En un tono propio de un sermón evangelista, aseguró que lo condenaron “por salvar la vida”, mientras enviaba saludos a su público con frases cariñosas como “gracias a vos, hermosa” (dirigida a una joven de la primera fila) o “gracias por estar aquí a mi madre, a mis tías, a toda esta familia que me vino a apoyar”.
Antes de que subiera al escenario, los presentadores aseguraron que habían traído a Rodríguez Lastra a Buenos Aires porque “miles de personas (que sin duda no pudieron concurrir) querían conocerlo”. Rodríguez Lastra, luego de defender su postura de incumplir la ley, se mostró satisfecho porque “todos ustedes se han levantado aquí, en La Pampa, en Misiones, en todo el país, ante tamaña barbaridad”, en referencia a la condena recibida. Su discurso siguió hasta el final por los mismos carriles y como cierre, los asistentes hicieron una selfie, cubriéndose todos la cara con una fotocopia donde aparecía el rostro del ginecólogo. “Todos somos Rodríguez Lastra”, fue la idea.
Antes de las palabras del “héroe nacional”, hubo intervenciones de integrantes del grupo Con mis hijos no te metas, que asombraron, por su imaginería apocalíptica a varios de los asistentes, que levantaron campamento. Los voceros advirtieron que “no se negocia la vida” con “los personeros de la ideología de género, que responde a una concepción marxista a la que se ha entregado el Congreso Nacional”. Aseguraron que en ese marco “han entregado la educación al marxismo”. Como cierre a toda orquesta, una mujer con voz a lo Violencia Riva, aseguró: “En el Congreso se tratan leyes que intentan establecer la dictadura de género y si no las paramos, los padres que no quieran educación sexual para sus hijos serán condenados a 30 años de cárcel acusados de delitos de lesa humanidad”.