La Policía de la Ciudad de Buenos Aires detuvo a un delegado y una delegada de la Asociación de Trabajadores de Sanidad en la puerta del Laboratorio Craveri, donde los trabajadores mantienen un acampe para exigir la reincorporación de 47 despedidos, sin previo aviso ni justificación. "Es muy grave lo que está pasando. Detuvieron nuevamente a los delegados por defender los derechos de sus compañeros. La impunidad de Juan Craveri sólo se puede entender desde la complicidad de la Policía porteña", denunció Héctor Daer, líder de la CGT y secretario general de Atsa, gremio al que pertenecen los detenidos.
Gisele Ledesma y Carlos Zinser, quienes fueron demorados en la comisaría 45 y liberados pocas horas después, fueron acusados de una contravención, la "ocupación del espacio público", por participar del acampe frente al laboratorio, ubicado en el barrio porteño de Villa del Parque. Lo mismo había ocurrido el jueves pasado, cuando fue demorado otro delegado, Facundo Gutiérrez.
"Es un procedimiento intimidatorio permanente", denunció el gremio de Sanidad. La Comisión Interna del laboratorio, por su parte, se declaró en estado de alerta a fines de la semana pasada, cuando la Policía, acompañada por el vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli, realizó la primera detención.
Tras la repetición del amedrentamiento a los trabajadores, Atsa emitió un comunicado exigiendo "a las autoridades nacionales una respuesta urgente ante el atropello sistemático de los derechos de los trabajadores. No vamos a tolerar otro abuso por parte de Craveri o de sus cómplices", advirtió Norberto Maschio, secretario de prensa de Atsa Buenos Aires.
El conflicto comenzó a principios de abril, tras el despido, sin previo aviso, de los 47 trabajadores ahora desocupados. A pesar de la protesta de los empleados del centenario laboratorio, Craveri se mantuvo intransigente y ofreció pagar el 50 por ciento de las indemnizaciones. En octubre del año pasado, el laboratorio ya había hecho un primer intento de reducción de la planta, cuando se propuso echar a 20 operarios del turno noche, pero aquella vez la intervención del Ministerio de Trabajo lo impidió.