Marcelo D´Alessio está nuevamente ante el juez Alejo Ramos Padilla y todo indica que se negará a declarar. El falso abogado, que continúa en prisión preventiva y ya fue procesado por numerosos delitos como jefe de la asociación ilícita, fue llamado a una nueva declaración indagatoria en el tramo del expediente que investiga el presunto delito de lavado de dinero que habría cometido la banda de espionaje ilegal.
La nueva convocatoria a D’Alessio forma parte de la ronda de indagatorias que ordenó Ramos Padilla para determinar si la organización realizó maniobras de lavado de activos por más de 100 millones de dólares. La línea de investigación surgió a partir de un grupo de WhatsApp detectado en el teléfono de D´Alessio, donde el ex comisario Ricardo Bogoliuk figuraba como administrador. Según los chats, la organización realizaba movimientos millonarios en el exterior y para los investigadores ese dinero podría provenir del narcotráfico.
El grupo de WhatsApp estuvo activo por casi un año e incluía a otras dos personas más: Marcelo De Gorriti, un hombre que vive en el exterior y por el que el juzgado ya libró una orden de captura internacional y Pablo Bloise, un presunto financista que ya fue detenido por este hecho el pasado 31 de mayo, por orden de Ramos Padilla.
Bogoliuk ya fue indagado semana pasada. Según dijo, nunca administró ese grupo de chat y fue D'Alessio el que lo armó y lo puso a él como administrador. Pero Bogoliuk dice que nunca se enteró.
Según pudo reconstruir Página/12, todo indica que D´Alessio va a desmentir la acusación y negarse a declarar por recomendación de su defensa, que considera que la prueba es controvertida.
Para Ramos Padilla, la organización “habría obtenido aproximadamente en el mes de marzo de 2018 una licencia para efectuar operaciones offshore utilizando como base para ello una filial del Foreign Forance Bank en Anoujan, Islas Comores”. En la pesquisa se apunta a “la realización de movimientos por millonarios montos de dinero a nivel internacional mediante transacciones no registradas en el sistema bancario con el fin de cobrar una comisión porcentual”.
Sobre la base del intercambio de mensajes, el juez cree que eran comisiones de entre un 20 y un 25 por ciento del total presuntamente lavado. Restando gastos y otras comisiones, los integrantes de la organización se quedaban con un 0,5 por ciento del dinero lavado.
Según el juez de Dolores, las maniobras para concretar el lavado incluyeron acciones en Africa, América, Asia y Europa, con “viajes de algunos de los integrantes del grupo para concretar operaciones; por ejemplo, en el mes de agosto de 2018, Marcelo De Gorriti viaja a Estambul para supervisar una parte del proceso y en otro momento Pablo Bloise (hoy detenido) viaja a San Pablo”.