El Gobierno muestra cada vez más dificultad para convencer al mercado de renovar la deuda de corto plazo. Este martes se entregó una tasa de 7,11 por ciento en dólares para las Letes en moneda extranjera con vencimiento en enero de 2020. Se consiguieron ofertas por 300 millones de dólares. Para las Letes con vencimiento antes de las elecciones (27 de septiembre) la tasa bajó a 4,5 por ciento y se colocaron 600 millones de dólares. Los inversores no quieren deuda de corto plazo pero en la jornada de ayer se volcaron a comprar en forma masiva acciones. En la bolsa de Nueva York hubo bancos argentinos que anotaron alzas de casi 20 por ciento en dólares.
Las acciones de la bolsa porteña registraron un golpe de efecto después de los anuncios electorales de Cambiemos. La interpretación del mercado es que el Gobierno aumentó su posibilidad de renovar el mandato al ofrecerle al peronismo conservador acompañar a Mauricio Macri en la fórmula presidencial. No circularon datos duros que permitan justificar las especulaciones, pero el anunció sirvió para generar una ola de compras de empresas argentinas en Estados Unidos. El Banco Supervielle fue una de las acciones con mayor aumentó (18,0 por ciento). En la lista continuaron Pampa Energía (11,0 por ciento), Banco Francés (10,8 por ciento) y Central Puerto (8,4).
La euforia con la Argentina se potenció por una jornada de puro optimismo en los países emergentes. Las acciones en Brasil subieron un 2,6 por ciento. La probabilidad que la Reserva Federal de Estados Unidos realice una baja de la tasa de interés es elevada y reanima el ciclo de flujo de capitales hacia economías no desarrolladas. Este año, pese a la guerra comercial, los principales activos financieros a nivel mundial muestran un fuerte incremento. Los fondos que replican el rendimiento de las bolsas norteamericanas acumulan ganancias de hasta 19 por ciento en lo que va de 2019 y las empresas insignia como Citigroup registran subas del 30 por ciento. No puede decirse que las finanzas globales atraviesan un año de incertidumbre.
El riesgo país se vio favorecido por el clima internacional. Los bonos de largo plazo marcaron aumentos de hasta 4,0 por ciento en la jornada. El Bonar 2024 marcó un alza del 3,9 por ciento, mientras que el Discount 2033 subió 3,5 por ciento, el Argentina 2037 anotó un avance de 3,3 por ciento y el Para en moneda extranjera del 2,4. De este modo, el indicador de riesgo país elaborado por el JP Morgan cerró en 849 unidades. Se trata de un retroceso de 85 puntos en la jornada. El indicador registró una merma de más de 150 puntos desde su record de principio de junio de 1013 unidades.
La volatilidad de los activos argentinos es notable. El salto de los precio en la jornada de ayer ofrece una lección importante. Las acciones y los bonos registraron un aumento desproporcionado sin cambios relevantes en las condiciones de la economía. Esto habilita a pensar que las caídas también pueden volver a ser desproporcionadas. El país se mueve con una inflación del 56 por ciento, una economía que cae a tasas del 7 por ciento, tasas de interés en moneda local de casi 70 por ciento, necesidades de aumentar la deuda externa en casi 30 mil millones de dólares por año y un Banco Central que no consigue sostener el nivel de las reservas internacionales.
Las divisas de la autoridad monetaria se ubicaron ayer en 64.761 millones de dólares, con una leve suba de 65 millones en el día y un retroceso de 12.717 millones de dólares desde el 9 de abril, cuando entró el último préstamo del FMI. El dólar cerró en 45,94 pesos, al marcar un retroceso de 20 centavos. El tipo de cambio mayorista, mientras tanto, finalizó en 44,70 pesos, al disminuir también 20 centavos. Por el momento en el Central siguen sin realizar intervenciones en el mercado cambiario. Pero la mayoría de los analistas espera nueva incertidumbre cambiaria a partir de julio.