Dice que si la Corte habilita la re
re habría quiebra institucional DUHALDE SUBI EL TONO
Por E. T. El gobernador bonaerense Eduardo Duhalde elevó un tono más su confrontación con el presidente Carlos Menem, al comparar la pretensión re-reeleccionista con los repetidos golpes de estado que sufrió la Argentina durante este siglo. "Cuando no se respeta la Constitución nada es seguro", dijo Duhalde. "¿Es un viaje al pasado?", le preguntó el periodista Nelson Castro. "Lo peor del pasado que tiene que ver con no respetar la Constitución, los golpes permanentes que significaban eso", respondió el gobernador. Luego agregó: "Si se insiste con este camino, yo no voy a formar una alianza ni me voy a ir del justicialismo. Pero me tendrá a mi como un enconado adversario de todo lo que sea volver a las épocas en que no se respetaba, en que se quebraba el orden institucional. Porque este tipo de decisiones judiciales representan un quiebre del orden institucional". Duhalde negó cualquier posibilidad de acuerdo con la Alianza pero sus palabras son casi idénticas a las que Raúl Alfonsín pronunció la semana pasada, solo que el gobernador no convocó a la resistencia civil. También en el debate que se produjo ayer en el Senado (ver aparte), el jefe del bloque radical José Genoud sostuvo que "no hay diferencia entre un cuartelazo para desalojar a un Presidente o violar la Constitución para perpetuarlo". Duhalde había defendido la semana pasada a Alfonsín, cuando todos los hombres de Menem lo criticaban por su convocatoria a la resistencia civil. Las declaraciones de ayer ratifican que el gobernador está decidido a continuar la escalada de agresiones contra Menem. Como lo definió uno de sus colaboradores más cercanos: "Sabe que es riesgoso. Y que por ahora va perdiendo. Pero no ve otro camino. Además no tiene dudas de que a la Alianza solo le puede ganar si se planta como el hombre que salvó al país de Menem". Dónde termina ese camino, es la incógnita que sacude a todo el peronismo, y por eso ya han comenzado a aparecer apelaciones a la paz, en boca de dirigentes como Carlos Ruckauf o Eduardo Bauzá. En sus declaraciones de ayer, Duhalde cuestionó a los sectores empresarios que coquetean con la idea de la re-reelección, contrapuso la actitud de Carlos Menem con las de Carlos Ruckauf, Eduardo Menem y Alberto Pierri --quienes siguen en la línea sucesoria--, y criticó duramente al operador de la re-reelección Rodolfo Barra quien, como informó ayer este diario, presionó al procurador general Nicolás Becerra para que repitiera en su dictamen la Teoría de la Inexistencia del Primer Mandato, que ya firmó la jueza Luisa Riva Aramayo. Duhalde comenzó a reaccionar contra los primeros indicios del operativo re-reelección a principios de enero, cuando pedía un manicomio para cualquiera que se animara a plantear la idea. De sus declaraciones de ayer se desprende la evolución de su estado de ánimo y de su diagnóstico de la situación política que deberá enfrentar: * "Esto tendría que terminar en forma rápida. Todo esto vinculado con estos proyectos o procesos de intento de burlar la Constitución Nacional. Yo creo que muy rápidamente la Corte tendrá que dar por terminado estos episodios, porque no hacen bien, porque generan un clima de inseguridad jurídica y la inseguridad jurídica es uno de los temas en que hemos flaqueado, es uno de los temas pendientes a resolver en la Argentina y la amenaza de generar un derrumbe en la seguridad jurídica es muy preocupante". * "Deberían preocuparse inclusive los empresarios que a veces alegremente apoyan teorías de estas características porque cuando no se respeta la Constitución nada es seguro. Todos caemos en un tembladeral... (Esto significa volver a) lo peor del pasado. Tiene que ver con no respetar la Constitución, con los golpes permanentes que significaban eso, y el derrumbe de la juridicidad". * "(La ofensiva por la re-reelección) nos sorprendió a todos absolutamente, inclusive los que están en la línea de sucesión presidencial. Tanto el vicepresidente, como Eduardo Menem o Alberto Pierri, todos tienen posiciones similares en defensa del orden constitucional. No se puede jugar con una Constitución". * "Esto es el derrumbe de la seguridad jurídica en la Argentina". * "Lo he conversado con el Presidente pero el Presidente insiste en que no es cosa de él. Pero de todas maneras la posición seria es terminar, porque en definitiva el único legitimado para poner en marcha un proceso judicial es precisamente Menem. Es inaudito que la justicia no rechace pretensiones presentadas por ciudadanos que no están legitimados para hacer este planteo". * "Sin la seguridad jurídica nada está seguro. Ni la estabilidad democrática, ni la económica". * "Hay que actuar con más responsabilidad, Si se insiste con este camino, yo no voy a formar una alianza ni me voy a ir del justicialismo., pero me tendrá a mi como un enconado adversario de todo lo que sea volver a las épocas en que no se respetaba, en que se quebraba el orden institucional". Ruckauf modera "Soy de los que siempre han sostenido la necesidad de un acuerdo dentro del justicialismo, si yo estuviera en la Alianza, soy de los que buscan el consenso", señaló el vicepresidente Carlos Ruckauf, quien así solicitó el consenso para elegir la conducción nacional del PJ, que se reúne en abril en la ciudad de Rosario. De esta manera Ruckauf manifestó la preocupación de muchos dirigentes del justicialismo por las consecuencias que podría tener un enfrentamiento entre el presidente Carlos Menem y el gobernador Eduardo Duhalde. Ruckauf dijo que "es bueno que todos los dirigentes depongan las actitudes extremas, para esto debemos rescatar a los hombres más convocantes del partido". Las declaraciones del vicepresidente fueron elogiadas por fuentes cercanas a la Comisión de Acción Política que integran Antonio Cafiero, Eduardo Bauzá y Ruben Marín, los voceros justicialistas coincidieron en que "la mayoría de los peronistas apuesta a que haya un buen entendimiento entre los distintos sectores", la posibilidad del consenso o, en su defecto, convocar a internas para el partido será una decisión de la cumbre partidaria que se realizará en Rosario, continuación de la "cumbre" realizada en La Pampa, donde se decidió que el 11 de abril del '99 se realice la interna para elegir la fórmula presidencial del PJ.
Opinión Un disparate jurídico La Corte Suprema tiene frente a sí un original planteo para la re-reelección presidencial. El argumento es que Menem estaría desempeñando todavía su primer mandato, puesto que las reformas constitucionales de 1994 implicaron en verdad la sanción de una nueva Carta Magna, en reemplazo de la anterior. Al amparo de esta Constitución, el primer mandatario había sido elegido sólo una vez, no habiendo inconvenientes entonces para reelegirlo una segunda. Olvidemos por un momento que esta construcción choca con una cláusula expresa de la Constitución (la transitoria N-o 9), que aclara justamente lo opuesto. Supongamos que, mágicamente, los jueces de la Corte decidieran que es posible declarar inconstitucional una disposición de la propia Constitución --nada más alejado de la ortodoxia jurídica-- y que el planteo de la "nueva" Constitución de 1994 en reemplazo de la anterior pasará a ser seriamente considerado. Los disparates a que conducía dicha interpretación son varios. Por lo pronto todos los funcionarios nacionales con mandatos vigentes a 1994 estarían en condiciones de reclamar que esos mandatos se cuenten a partir de la jura de la "nueva" Constitución, que habría algo así como derogado la anterior. De tal manera, senadores y diputados elegidos antes de 1994 podrían sostener que sus términos en los cargos sólo valen desde esa fecha. Claro que con este criterio las elecciones celebradas en 1997 serían nulas, pues la "nueva" Constitución jurada en 1994 no preveía ninguna renovación legislativa tres años después. Pero es además posible otra vuelta de tuerca, que debería causarles a los jueces de la Corte Suprema una seria preocupación. Se sabe que la mayoría de los jueces fueron designados antes de 1994, con la vigencia de la "vieja" Constitución. Si la de 1994 ha venido a derogarla --como aparentemente algunos de ellos estarían dispuestos a sostener--, entonces estamos ante jueces en su mayoría de facto, no designados de acuerdo al mecanismo de la Constitución vigente, la cual requiere un procedimiento y mayoría especiales en el Senado para el nombramiento de los magistrados del Alto Tribunal. Una decisión que habilitara la peregrina teoría de "las dos Constituciones" jamás podría ser firmada por estos jueces, sin caer ellos en una notoria incongruencia intelectual.
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