TODO PENSANDO EN LA RE-RE
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Por Maximiliano Montenegro Pese a las reparos que formuló en los últimos días a la reforma laboral, en los hechos Roque Fernández está jugando para la re-reelección presidencial, dando cabida a iniciativas políticas que amenazan la estabilidad económica. Esa es la visión del establishment económico y ayer fue expresada sin vueltas por su consultor predilecto: "Roque piensa como ministro de Economía de la reelección. No está cumpliendo con su función. Tendría que estar trabajando para parar las payasadas que lanzan desde el ala política; en cambio sólo piensa en qué es lo más conveniente para la reelección", disparó Miguel Angel Broda. A Roque no le gusta la reforma laboral pero, ante el apoyo de Menem a Antonio Erman González, sólo hace tibias criticas y se respalda en el FMI. Tampoco le gusta el Plan Laura de autopistas ni el proyecto de impuesto para financiar el aumento a los docentes. Pero no se opone con firmeza porque acompaña las necesidades políticas de Menem. El consultor de la city contó que los inversores lo llaman preocupados por el déficit del sector externo. Pero estimó que "Roque no va a enfriar la economía (como reclama el FMI para bajar el déficit comercial) por motivos políticos". "Aprovechen, este año vamos a crecer al 7 por ciento, nadie va a desinflar la burbuja. Lo que sí vamos a tener que pagar la fiesta a fines del '99", les dijo a un centenar de empresarios y banqueros. Broda, a quien Menem ofreció el cargo de ministro antes que a Roque Fernández, fue el inventor de la metáfora del piloto automático como crítica a la pasividad del equipo económico de la era pos Cavallo. Hoy opina diferente: "Salimos del piloto automático de la peor manera posible: ésta es la política económica de la reelección, el año del hiperactivismo". Del listado de medidas que, por acción u omisión, Fernández consiente dentro del gabinete (ver aparte), surge un denominador común: son cuestionadas por el FMI y los inversores extranjeros. Las palabras de Broda reflejan el rechazo del establisment a la política económica de la reelección: "Los inversores se preguntan cuánto más de estas cosas tolera la economía". La reforma laboral es un caso paradigmático de la flexibilidad de Roque. Como dice Erman González, nunca la cuestionó cuando se planteó el tema en el gabinete, aunque los integrantes del equipo económico aborrezcan desde un principio el proyecto que está en el Congreso. Recién con la llegada del Fondo Monetario esta semana se animó a criticarla en público, después de que su silencio le valiera el reproche empresarial. En la Rosada dicen que el ministro terminará trabajando para lograr la aprobación del FMI en julio. En Economía, los operadores más políticos del ministro no desmienten la versión: "Menem necesita al sindicalismo para el '99 y entendemos esta necesidad política", sostienen. Dejando de lado cuestiones de equidad, el resto de las medidas son expansivas y, en consecuencia, contraindicadas para una economía con un fuerte desequilibrio en el sector externo, ya que tienden a aumentar la demanda de importaciones. Según los cálculos del Ministerio de Economía, el rojo comercial llegaría este año a los 6800 millones de dólares, mientras los analistas privados hablan de 8000 millones. En ambos casos, muy por encima del límite de 5000 millones pautado en la carta de intención firmada con el Fondo Monetario. La inquietud por el tema es fácil de entender: en las crisis mexicana y asiática los altos niveles de endeudamiento externo fueron un factor clave que detonó las corridas contra las monedas domésticas. La misión del FMI comenzó a discutir ayer por la tarde con el equipo económico "medidas correctivas". El Fondo se inclina por encarecer el crédito, mediante la suba de los encajes bancarios. Y también exige superávit fiscal con recortes adicionales en el gasto público. Según el FMI, esas medidas frenarían el crecimiento de la economía, y, por ende, de las importaciones, aunque --de ser así-- también repercutirían en una menor creación de empleo. Broda, como el FMI, las considera tan convenientes para la salud de la Convertibilidad como perjudiciales para las aspiraciones electorales del Gobierno. Y está convencido de que la resistencia de Roque a aplicarlas obedece a un compromiso político: "Pone excusas con fundamentos económicos, pero está pensando en la campaña Menem '99. No quiere ponerle ningún freno a la economía en un año político", opina. El propio viceministro de Economía, Carlos Rodríguez, sostuvo que era imposible aplicar un nuevo ajuste fiscal "dada la realidad política". El consultor estima que Economía logrará imponer su visión, porque "el FMI está muy debilitado" y "existen fondos de sobra en el mercado internacional para cubrir las necesidades de financiamiento de Argentina".
EL FONDO MONETARIO CRITICÓ CON DUREZA LA REFORMA LABORAL
La primera frase fue dirigida al FMI. "Las opiniones del Fondo Monetario se tienen en cuenta, pero hay límites." La segunda al ministro de Economía. "Llama la atención que quienes incluyeron la derogación de los contratos de modalidad promovida, en la carta de intención con el FMI, ahora aparecen cuestionando la reforma laboral que, precisamente, limita esos contratos." La conferencia de prensa que Erman González brindó ayer no dejó lugar a dudas. Apenas terminado un encuentro con la misión del organismo internacional, que tuvo momentos de fuertes discusiones, el ministro de Trabajo demostró que la defensa de su controvertido proyecto de flexibilización laboral la llevará hasta las últimas consecuencias. Erman reiteró que su reforma es "la posible" y que "por sí misma no genera empleo" sino que servirá --junto a la tributaria-- de marco jurídico para ello. El jefe de la cartera laboral explicó que el encuentro con el Fondo fue de carácter informativo, y que la evaluación del cumplimiento de las metas pautadas en la carta de intención recién se realizará a mitad de año. "El Fondo no vino a aprobar o desaprobar nada sino a interiorizarse sobre la reforma laboral", señaló. Aún así, hubo de parte de los visitantes una señal positiva por la reducción de las indemnizaciones que contempla el proyecto y otra negativa por no incluir la desregulación total del sistema de obras sociales y la derogación de los estatutos especiales. "Es un tema del área de Salud", se justificó el ministro sobre el primer tema. "Los estatutos del viajante y del periodista se incluirán en una segunda etapa", prometió sobre el otro. Teresa Ter Minassian, Tomás Raichman y Marcelo Figueroa también preguntaron insistentemente sobre tres puntos que consideran claves para cualquier reforma laboral. * Ultraactividad: Se trata de la cláusula que establece la vigencia indefinida de los convenios colectivos. El proyecto oficial sólo obliga a renegociar los convenios que no hayan variado desde 1988. Es decir, un ínfimo número. El Fondo quiere la caída de todos. Pero Erman les explicó eso pondría en peligro la "estabilidad" del modelo, ya que se habilitarían 1400 paritarias simultáneas donde la primera discusión, a raíz de congelamiento de sueldos, sería justamente el salarial. * Modalidades promovidas. Son casi una veintena de contratos temporales que eximen al empresariado del pago de indemnizaciones y cargas sociales. El proyecto deroga todos, excepto los de pasantía y aprendizaje. Economía asegura que dan trabajo a 200 mil personas y que permitieron disminuir el desempleo. Erman respondió ante el Fondo: "Esos contratos alimentan la evasión fiscal, que es lo que hay que combatir para generar empleo". A su entender, las modalidades promovidas representan "el trabajo en negro pero legal". Y descartó de plano el argumento empresario de que es necesario este mecanismo para bajar los costos laborales. "En la actualidad la carga tributaria sobre el salario no es excesiva y no resulta un obstáculo." * Nivel de negociación. El Fondo promueve la "descentralización" de las negociaciones, lo que permitiría negociaciones a nivel de empresa, sin la participación del sindicato nacional. El proyecto fija un sistema de "desarticulación", donde hay posibilidades de negociar directamente con las empresas pero siempre que haya consentimiento y participación del sindicato madre. Para defender ese modelo, Erman aseguró que aun sin aprobarse la ley se habían podido acordado numerosos contratos "flexibles", como el del Banco Hipotecario y el Correo, entre otros. LA MISION DEL FMI DEJO SUS EXIGENCIAS EN ECONOMIA AJUSTE NO RIMA CON POLÍTICA
Adelantar la entrada en vigencia de la reforma tributaria, subir los encajes bancarios para restringir el crédito, disminuir el déficit fiscal y la oposición al Plan Laura de construir 10 mil kilómetros de autopistas fueron los reclamos que la misión del FMI le hizo ayer al equipo económico. La oposición que días atrás manifestaban los Roque boys a la posibilidad de elevar los encajes bancarios se transformó ayer en una alternativa viable. "No hablamos de enfriar sino de fortalecer la economía", puntualizó el viceministro Carlos Rodríguez, aunque la diferencia semántica no oculta que se aceptaría el planteo del FMI. El otro elemento surgido de la reunión fue que Economía pretende que la reforma tributaria entre en vigencia este año, y no ya en 1999 como se sostenía anteriormente, para que la creación del impuesto a los intereses de préstamos bancarios y el que pesará sobre la entrada de capitales desde paraísos fiscales desaliente el endeudamiento. Tomás Raichman, el encargado del FMI en seguir la evolución de la economía argentina, y Teresa Ter Minassian, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, llegaron ayer al país por el desborde de las metas externas acordadas en febrero con el organismo. El déficit comercial de los últimos doce meses superó en 385 millones el límite de 5000 millones fijado en el Acuerdo de Facilidades Extendidas. Rodríguez comentó que los técnicos están preocupados porque ese indicador es seguido de cerca por los inversores extranjeros, quienes podrían huir en bandada y desatar una crisis como las que ya sufrieron mexicanos y asiáticos. La receta propuesta para superar ese riesgo es enfriar la economía. El alineamiento de Economía en favor de la re-reelección busca complacer en parte al FMI pero sin frenar el nivel de actividad. Rodríguez, luego de entrevistarse por una hora y media con los delegados del Fondo, sostuvo que "a mí no me da alergia" subir los encajes, aseguró. "Yo mismo les dije que estudiamos" esa alternativa, "porque está dentro de la línea de fortalecer el sistema financiero". No obstante, el número dos de Hacienda insistió con su postura previa sobre que esa posibilidad tiene un costado negativo. "Puede incentivar la entrada de capitales golondrina", que recalientan la economía, con lo cual se produce el efecto contrario al buscado. El funcionario no quiso adelantar una definición, aduciendo que el Banco Central es "el ente decisor y la autoridad de aplicación". Por otra parte, Rodríguez señaló que los técnicos del FMI sugirieron que sería deseable que hubiera superávit fiscal. "Les dije que dada la realidad política eso no puede ser, pero un déficit de uno por ciento no es malo y tenemos un muy sólido equilibrio macroeconómico", observó. Ayer se conocieron los datos de recaudación de marzo. Fueron 3888 millones de pesos, con lo cual en el trimestre se obtuvieron 11.970 millones. La meta acordada con el Fondo era de 12.750 millones. En Economía comentaron que hay otros 600 millones de ingresos por fondos específicos --como el del Tabaco y de Desarrollo Energético--, y el resto del incumplimiento se cubrirá en diciembre cuando ingresen los fondos del impuesto a los combustibles, cuyo cobro de anticipos se trasladó de enero a ese mes. Respecto de la reforma tributaria, Rodríguez mencionó que sería positiva su aplicación este mismo año. "Es un tema que tenemos que ver por la complicación que ocasionaría el cambio en el régimen del impuesto a las Ganancias", reconoció, aunque insistió en que le gustaría que entrara a regir lo antes posible.
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