A VÍCTOR ALDERETE TODAS LAS CUENTAS LE SALIERON MAL
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Por Andrés Klipphan Lejos de estar en equilibrio, los balances del PAMI están al rojo vivo. Su déficit financiero es de 277 millones de pesos. La deuda con los prestadores médicos y farmacéuticos aumentó, desde 1995 a octubre de 1997, un 54,45 por ciento y, para colmo de males, la obra social se descapitalizó porque su presidente, Víctor Alderete, vendió parte de los títulos públicos, que tenía como reaseguro, para hacer frente a la cada vez mayor demanda de los proveedores que amenazan con dejar sin cobertura a los afiliados. Esta vez Alderete no podrá endilgarle el quebranto del organismo al desmanejo de las administraciones anteriores: durante la campaña electoral del año pasado usó siete millones de pesos del presupuesto del PAMI en publicidad. En 1996 el falso ingeniero Alejandro Bramer Markovic había gastado 624 mil pesos. "La fiesta la pagó la solidaridad de los empresarios", había dicho Alderete cuando el ombudsman de la Tercera Edad, Eugenio Semino, consideró que el amigo presidencial usó "fondos del PAMI y el aparato del Estado para hacer un acto proselitista en el Hipódromo de Palermo". Semino se refería a la denominada "Fiesta de los Jubilados. Gracias Menem". El acto contó con la presencia de unos 30 mil ancianos fletados de todas las provincias. El show montado por Alderete sirvió de marco para que el presidente Carlos Menem prometiera, un mes antes de las elecciones, un aumento para la jubilación mínima. La fiesta --en la que cantaron Alberto Castillo, Raúl Lavié y María Martha Serra Lima-- fue coronada con fuegos artificiales y rayos láser que escribieron en el cielo la frase "Gracias Menem". Fue el 22 de setiembre del año pasado. Ese mes, según la "desagregación de gastos" girada al Banco Mundial, el PAMI gastó 3.051.442 pesos en publicidad sobre un total de siete millones. En setiembre de 1996, en cambio, se habían invertido en ese item 6375 pesos. Este fabuloso incremento en la pauta publicitaria mereció un pedido de informes de varios diputados de la Alianza (ver recuadro). Esos mismos legisladores ya denunciaron siete veces a Alderete en la Justicia federal. Lo acusan de malversar caudales públicos y "mal desempeño en sus funciones".
"Déficit financiero" Hasta la divulgación de esta información, el compañero de golf de Carlos Menem se presentaba ante periodistas y parlamentarios asegurando --como se lo dijo a los senadores diez días atrás-- "que el balance de 1997 monitoreado por el Banco Mundial demuestra que el PAMI tiene equilibrio financiero" y que "todos los prestadores están al día". Página/12 tuvo acceso exclusivo al voluminoso informe que Alderete está obligado a presentar ante esa entidad crediticia. La razón es que el Banco Mundial le prestó a la obra social 350 millones de dólares para el "Programa de Reconversión". Ese dinero debería ser utilizado exclusivamente para hacer del PAMI una obra social eficiente y con un servicio médico y social de excelencia. Metas que por ahora brillan por su ausencia. El balance invocado por el ex socio empresarial de los ex generales represores Ramón Camps y Guillermo Suárez Mason demuestra que Alderete falta a la verdad. Lejos de indicar que "el PAMI está en equilibrio", se destaca que "al 31 de octubre de 1997 el déficit financiero es de 277.894.231 pesos". Esto equivale a que el instituto pierde unos 28 millones de pesos por mes. Alderete también le informó a su banco acreedor que, "comparado con el balance del 31 de octubre de 1995, los pasivos --es decir las deudas-- de la obra social crecieron un 25,78 por ciento". Y recalca algunas de las razones: "Las deudas con los prestadores --que existía a diciembre de 1995-- aumentó en un 54,45 por ciento". Un diez por ciento de esas deudas fueron adquiridas exclusivamente durante su administración. El pasado jueves 26, Alderete se presentó ante los diputados nacionales que cuestionan su idoneidad para administrar la mayor obra social de América latina diciendo que consiguió ahorrar 312 millones de pesos. Sin embargo, las cuentas oficiales dicen que el ex gerente de la prepaga TIM nada hizo para reducir, por ejemplo, los gastos administrativos. En 1996, el ex interventor Bramer Markovic --denunciado también ante la Justicia por "malversación de caudales públicos y abuso de autoridad-- había gastado 54 millones de pesos. Hasta octubre de 1997, Alderete hizo trepar esa cuenta hasta los 74 millones (ver recuadro). Una buena tajada de esos 20 millones que gastó de más se lo llevó la publicidad contratada por el ex presidente de la Cámara de Instituciones Médico-Asistenciales (donde se nuclean las más musculosas prepagas) usados en medio de la campaña electoral pasada. Quizás ésa sea otra de las razones por las cuales Menem, que conoce la verdadera situación financiera del PAMI, lo siga respaldando. UN AGUJERO NEGRO CONTABLE Lejos de reducir los "gastos administrativos" --donde no están incluidos los sueldos de los empleados--, el presidente del PAMI los incrementó considerablemente a medida que se acercaban las elecciones legislativas del año pasado. En la extensa lista de rubros se destaca "otros costos de funcionamiento". Bajo ese título Víctor Alderete gastó, sobre un total de 74 millones de pesos, casi 30 millones. La inversión en otros costos de funcionamiento es sumamente curiosa. Ese item es considerado por el diputado del Frepaso Alberto Villalba como "un agujero negro en el cual no se sabe para qué se utilizó el dinero". Una suma que, según el informe presentado al Banco Mundial, llegó a los 29.861.947 pesos. En igual período, pero en 1996, el falso ingeniero Alejandro Bramer Markovic había utilizado sólo dos millones. Si se chequea la evolución mensual del gasto, quedará en evidencia que la inversión en ese rubro aumentó a medida que se aproximaban las elecciones del 26 de octubre. Por ejemplo, en setiembre --el mismo mes en que Alderete desvió siete millones de pesos del presupuesto para publicidad-- se gastaron trece millones y medio. PODAR GASTOS Por A.K. Con la misma autoridad con que Alderete decidió incrementar en 20 millones de pesos los gastos en administración, también decidió que la inversión en "prestaciones sociales" se redujeran, si se las compara con las del mismo período del año anterior, en 80 millones. En el rubro "prestaciones sociales" están incluidos los siguientes beneficios para los afiliados al PAMI: geriatría, sepelios, Plan Pro-Bienestar (que incluye la entrega de alimentos) y subsidios a los jubilados más necesitados. Entre enero y octubre de 1996, la obra social gastó, en ese ítem, a razón de 32 millones de pesos mensuales. Desde que Víctor Alderete se hizo cargo del instituto la cifra disminuyó a 28 millones. Según los balances entregados al Banco Mundial, Alderete también cortó de cuajo otros gastos que, bien utilizados, deberían servir para mejorar la calidad de vida de los jubilados. Como por ejemplo "recreación y turismo". Si se compara lo distribuido entre diciembre de 1995 a octubre de 1997, el recorte fue del 98,92 por ciento. Aquí existen dos posibilidades, o las administraciones anteriores malgastaron millones de pesos, hecho por el que deberían ser sancionados, o Alderete saca a pasear a los ancianos sólo cuando organiza un acto proselitista en el que asistirá el presidente de la Nación. "PROPAGANDA PARTIDARIA" "Del informe presentado por Víctor Alderete al Banco Mundial se desprende que el PAMI sufre un grave quebranto. Y una parte del desequilibrio podría ser culpa de la presunta derivación de sumas de dinero que habrían sido afectadas, en forma directa o indirecta, a propaganda partidaria durante los meses previos a las elecciones generales del 26 de octubre de 1997". Ese es uno de los párrafos utilizados por los legisladores de la oposición para cuestionar, a través de un pedido de informes, los siete millones de pesos usados en publicidad por el ex socio del represor Guillermo Suárez Mason. El proyecto de resolución presentado en la Cámara de Diputados anteayer está firmado, entre otros, por los frepasistas Alfredo Villalba y María América González. Los diputados denunciaron penalmente a Alderete en siete oportunidades. En una de esas causas piden que la Justicia federal investigue por qué el presidente del PAMI les paga a empresas intermediarias de servicios médicos "200 millones de pesos en comisiones sin justificar y llevando al PAMI a un vacío de prestaciones y mala calidad, a costa de la salud de los jubilados y pensionados".
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