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ANUNCIAN QUE UN MEDICAMENTO REDUCE EL RIESGO DE TENER CÁNCER DE MAMA

Un estudio en EE.UU. mostró que la droga redujo en un 45 por ciento las chances de enfermar. Una de cada 8 mujeres lo padece.

 

El cáncer de mama afecta a una de cada ocho mujeres.
El tamoxifeno podría ser administrado a todas las mujeres de más de 50.

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Por Pedro Lipcovich

t.gif (67 bytes)  "Hemos dado un paso importantísimo en la prevención del cáncer de mama", anunció el vocero del National Cancer Institute: la entidad norteamericana anunció que el medicamento tamoxifeno, administrado a mujeres sanas pero con alto riesgo de contraer esa forma de cáncer, reduce en un 45 por ciento las probabilidades de enfermar. Es el resultado de una investigación sobre 13.000 mujeres que recibieron la droga durante cinco años. La importancia del anuncio se infiere del hecho de que "toda mujer mayor de 50 años tiene alto riesgo de enfermar de cáncer de mama", según un prestigioso especialista. También es alto el riesgo para las más jóvenes que tienen antecedentes familiares o han padecido tumores precancerosos. De todos modos, la decisión de someterse a este tratamiento preventivo debe tomarse en cada caso en particular: el tamoxifeno aumenta los riesgos de contraer otras enfermedades, si bien éstas son mucho menos frecuentes que el cáncer de mama, que afecta a una de cada ocho mujeres.

El tamoxifeno es una droga que se utiliza desde 1972 para tratar los cánceres de mama avanzados y, desde 1985, también para etapas tempranas de la enfermedad, sumado a la cirugía o la radioterapia. En 1992, el National Cancer Institute (NCI) comenzó el vasto experimento que comprometió a 13.388 mujeres, sanas pero con alto riesgo de contraer esa forma de cáncer, en más de 300 centros de Estados Unidos y Canadá. Como es habitual en estos ensayos, las participantes fueron divididas en dos grupos iguales: unas recibieron el medicamento y las otras un placebo, sustancia inocua. En enero de este año, 154 de las que no habían sido tratadas con tamoxifeno habían desarrollado tumores malignos; entre las que sí habían recibido el medicamento, sólo 85 enfermaron: una caída del 45 por ciento en la incidencia de cáncer de mama.

Ante la contundencia de estos resultados, verificados por un grupo de observadores independientes, se decidió dar por cumplidos los objetivos, 14 meses antes de lo previsto, y ofrecer a las mujeres que venían recibiendo placebo la posibilidad de recibir la medicación que ya había demostrado su eficacia. "Las mujeres con alto riesgo de cáncer de mama (ver recuadro) tienen ahora la opción de recibir tamoxifeno para reducir sus chances de desarrollar esa forma de cáncer", dijo Leslie Ford, de la división Prevención del NCI.

Sin embargo, "aun si una mujer tiene un riesgo incrementado de contraer cáncer, la terapia con tamoxifeno puede no ser apropiada para ella", observó Ford. La NCI está desarrollando pautas de información para ayudar a cada mujer en la "decisión individual", que ella tomará en consulta con su médico.

Para esa decisión, habrá que considerar los posibles efectos adversos del tamoxifeno: según el informe de la NCI, la droga incrementa el riesgo de contraer ciertas enfermedades, poco frecuentes pero graves, como el cáncer de útero --hubo 33 casos entre las participantes que habían recibido la droga, y sólo 14 en las que recibieron el placebo-- o la trombosis pulmonar --17 casos con tamoxifeno, 6 con placebo--. Sin embargo, para la mayoría de las mujeres esos riesgos son muy inferiores al de contraer cáncer de mama.

Otro efecto favorable del tamoxifeno es que puede ayudar a disminuir la pérdida de sustancia ósea característica de la osteoporosis: esto se evidenció porque los casos de fracturas de cadera, muñecas y columna vertebral fueron menos en las mujeres con tratamiento: 47, contra 71 en las que recibieron placebo.

Sin embargo, el NCI puntualizó que el tamoxifeno no reemplaza a las terapias de reemplazo hormonal que pueden aplicarse a las mujeres a partir de la menopausia, las cuales también reducen el riesgo de ataque cardíaco y mitigan los accesos de calor. Tampoco hay evidencia de que esta droga beneficie a las mujeres que no tienen alto riesgo de cáncer de mama.

La investigación consumió un presupuesto de 68 millones de dólares, y forma parte de la creciente preocupación por una enfermedad que, se prevé, matará a 43.500 mujeres este año sólo en Estados Unidos. El tamoxifeno se administra por vía oral, y está disponible en el mercado desde hace muchos años, también en la Argentina. El costo de un mes de tratamiento preventivo se estima en 80 a 100 dólares en Estados Unidos, y desde luego no reemplaza a los controles periódicos, por mamografía, para las mujeres mayores de 50.

 

CÓMO SE MIDE EL RIESGO

Antes de empezar su investigación, los científicos del NCI idearon un programa computarizado para asegurarse de que todas las participantes tuvieran similar riesgo inicial de contraer cáncer de mama. El NCI planea adecuar ese programa para ponerlo a disposición de los especialistas.

A grandes rasgos: una mujer de 35 años está en riesgo incrementado si tiene dos o más familiares directas (madre, hermana o hija) que hayan padecido cáncer de mama, y si a esto se suma una historia personal de por lo menos una biopsia de tumor benigno de mama o bien un diagnóstico de carcinoma lobular in situ. Tres mujeres de cada 1000 reúnen estas condiciones.

Si la mujer tiene ya 45, basta con que haya tenido una familiar directa con cáncer, más una historia clínica similar a la anterior. 71 de cada 1000 reúnen estas condiciones.

Para una mujer de 55, la misma historia clínica alcanza para situarla en alto riesgo, aunque no tenga familiares directas que hayan enfermado. 125 de cada mil de esta edad quedan incluidas.

A los 60, todas las mujeres quedan incluidas en el grupo de riesgo.

En cuanto a las alteraciones en los genes relacionados con el cáncer de mama (llamados BRCA-1 y BRCA-2), todavía no habían sido descubiertas cuando comenzó la investigación. Están en curso los estudios para determinar si los efectos del tamoxifeno son similares para las mujeres que tienen alteraciones en estos genes.

"TODA MUJER DEBERÍA TOMARLO"

Por P.L.

El argentino Reinaldo Chacón, presidente de la Fundación para la Investigación y Prevención del Cáncer (FUCA), dijo a Página/12 que "desde hacía tiempo, los médicos sospechábamos de que el tamoxifeno podía tener estos efectos benéficos, pero no sabíamos en qué proporción: los resultados son realmente alentadores, y sugieren que toda mujer mayor de 50 años debería tomar tamoxifeno, a menos que existan contraindicaciones". En cuanto a los posibles efectos adversos, "la incidencia de cáncer de endometrio (pared interna del útero) es de 1,5 por cada mil mujeres; por el tamoxifeno puede subir a 2,8 por mil, y el riesgo de trombosis no supera el uno por ciento: son proporciones despreciables en comparación con el hecho de que una de cada 8 mujeres va a enfermar de cáncer de mama en algún momento de su vida", afirmó Chacón.

El tamoxifeno "bloquea el estímulo hormonal para el desarrollo de los tumores de mama, y actúa directamente sobre la proliferación de las células malignas".

¿Cuánto tiempo debiera durar la terapia preventiva?: "Sabemos que es mejor tomar el tamoxifeno durante cinco años que hacerlo por menos tiempo; ya hay en curso otra investigación, que reclutará a 20.000 mujeres de todo el mundo, incluida la Argentina: parte de ellas seguirán recibiendo el medicamento por más de cinco años", dijo el presidente de FUCA.



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