PARA EVITAR EL TRIUNFO DEL GENERAL OVIEDO

WASMOSY EN VÍAS DE AUTOGOLPE

  Si en 1992 Fujimori encontró la manera de conservar el poder en Perú a través de un autogolpe, por qué no repetir la fórmula en Paraguay en 1998: el presidente Juan Carlos Wasmosy, luego de llamar el viernes pasado a "las hordas coloradas" a resistir las decisiones del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), acusó ayer al organismo de manipular los padrones para permitir el triunfo de la opositora Alianza Democrática, con lo que el justificativo para una acción militar ya estaría instalado. El eje del enfrentamiento entre el TSJE y Wasmosy es la candidatura del general (R) Lino Oviedo --que encabezó un golpe fallido en 1996-- avalada por este tribunal y que cuenta con amplias posibilidades de ganar. Mientras las puertas para frenar la carrera del militar se van reduciendo para el presidente, los rumores de autogolpe se fueron multiplicando, llegando ayer a su grado máximo: un periodista denunció que el general Domingo Gaona, cercano al presidente, le pidió en diciembre pasado si apoyaría "una junta patriótica de salvación nacional".

El empresario y periodista Humberto Rubín, director del grupo Holding de Radio --uno de los más importantes del país--, denunció ayer que "el general Gaona (jefe del gabinete militar de Wasmosy) me preguntó a fines del año pasado qué postura tendría" ante un autogolpe. Sin identificar a quiénes se refería, Rubín dijo que "ellos creen que si Oviedo gana y tiene mayoría en el Congreso, al poco tiempo estaría cambiando la Constitución para ser reelecto y lo tendríamos 15 años en el poder".

Pero el día de ayer fue también el escenario de una batalla entre Wasmosy y el presidente del TSJE, Carlos Mojoli, quien responsabilizó al presidente de cualquier ataque o daño a la institución que preside de aquí a las elecciones del 10 de mayo. En la noche del viernes, Wasmosy acusó a la TSJE de estar "cocinando" la victoria de Domingo Laíno, candidato de la Alianza Democrática, a través de actas electorales "falsas y truchas". "Van a hacer caer al partido, y ahí sí estaré al frente de lo que llaman la horda colorada para defender la institucionalidad de nuestra gloriosa asociación", dijo Wasmosy, generando un revuelo durante el fin de semana que fue respondido ayer por Mojoli mediante un comunicado. El TSJE "rechaza la actitud hostil del presidente de la República, sus afirmaciones imposibles, antojadizas y falsas, sus objeciones indebidas, extemporáneas e inapropiadas", y en el texto Mojoli advirtió que la celebración de las elecciones puede ser imposibilitada "por la retención de los fondos asignados para ello o de violencias dispuestas o permitidas contra la Justicia electoral por el presidente Wasmosy".

"Una horda es un grupo de salvajes nómadas", dijo luego Mojoli, aludiendo de manera bastante directa a Wasmosy: "Hay que ser salvaje para amenazar de esa forma". El presidente respondió ayer diciendo que sus palabras "fueron distorsionadas" por el diario ABC Color, y que el comunicado de Mojoli es un "panfleto" propio de quien "maneja desacertadamente el proceso electoral". La Asociación Nacional Republicana (ANR, fracción interna del Partido Colorado que apoya a Wasmosy) vistió de seriedad la ofensiva del presidente. A través de su abogado, Darío Filártiga, la ANR denunció que entre los dos millones de electores habilitados más de un millón están inscriptas sin sus direcciones correspondientes, lo que es requisito de la ley electoral, y que se incluyeron en los padrones más de 70.000 paraguayos residentes en el extranjero, que según la Constitución no pueden votar.

Pero estos cruces están hablando de un problema institucional grave en Paraguay que no se reduce a una retórica inflamada. Wasmosy pretende, con cualquier pretexto, impedir que Oviedo se presente a las elecciones del 10 de mayo. Los sectores que apoyan al presidente habían denunciado un fraude de Oviedo en las internas del partido, pero el TSJE desechó estas presentaciones. La Justicia civil, por su parte, había exculpado a Oviedo de los cargos de rebelión por el golpe fallido de 1996. Fue entonces que Wasmosy creó un tribunal militar extraordinario, de muy dudosa legitimidad, que lo condenó por estos cargos. La semana que viene, la Corte Suprema debe confirmar la sentencia. Si no lo hace, como probablemente ocurra, las vías para el autogolpe se habrán aclarado.

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